La edad es un factor inevitable en la experiencia del vivir, una vivencia que te va dando nuevas perspectivas de lo que significa ser feliz. ¿Cuáles son las 10 lecciones que tienes que saber después de los 30?

1. Vida solo hay una. Y debes vivirla con la conciencia de saber que el tiempo no es infinito.

2. Sigues siendo joven. Sin embargo, tú mismo sabes que tu vida ya no es como cuando tenías 20 años y vivías con la sensación de que el tiempo era eterno.

3. El trabajo y el esfuerzo son ingredientes fundamentales para que la constancia dé frutos en el ámbito profesional. Estudiar una carrera y encontrar un buen trabajo no son cosas que se retroalimentan a modo de causa y efecto.

4. Tu salud es importante. Y aunque seas joven, tienes que cuidarte porque el cuerpo no es una máquina. Por ejemplo, intenta poner freno al estrés.

5. Es posible que cuando eches la vista al pasado, compruebes que te han quedado muchas metas por cumplir. Sin embargo, esto no debe dejarte ninguna sensación de derrota. Lo que ocurre es que, a veces, a los 20, se idealiza la propia vida y a los 30 llega la realidad de la existencia.

6. Ojalá que a esta edad hayas aprendido a dar a cada cosa la importancia justa. A no dejarte condicionar por el miedo a qué dirán, dando un mayor peso a tu propio criterio personal. 

7. Tú eres importante. La persona más importante que vas a conocer en tu vida, sin que esto signifique una cuestión de autoestima.

8. Los amigos verdaderos son aquellos que conocen incluso tu peor defecto, y te siguen mostrando su cariño a pesar de todo.

9. Tener pareja o no tenerla, no es una condición determinante de la felicidad. Existen muchas formas de amor en las que puedes proyectarte como ser humano. Pero sin dúda, el amor en línea ha abierto nuevas puertas, puertas que son un regalo. 

10. Puedes estar rodeado de gente y sentirte solo a pesar de todo. Porque la verdadera felicidad nace de estar alineado con tu vida. Es decir, de nutrir la autoestima de un modo incondicional. Has aprendido que cuando un hombre te dice te quiero es verdad, y cuando juega con tus sentimientos, sabes que no quiere nada serio. Lo mismo ocurre en el caso de una mujer.