Domingo 30 de Noviembre, 9, 00 horas se da salida a la 37º MARATON DE SAN SEBASTIAN. Un día bueno para correr, nublado, 13º de temperatura, sin viento prácticamente, eso sí mucha humedad, que a lo largo de la carrera nos pasaría factura. Inscripción completa 3600 corredores para el Maratón, más los que corren la Media Maratón y los Diez Kilómetros. El circuito dos vueltas de 21 kilómetros, con paso por el estadio de Anoeta, donde estaba instalada la meta. Iniciamos la carrera con tranquilidad, los tres corredores que hemos ido juntos desde León, Luismi, Rafa y yo, lo teníamos todo pensado pensado de antemano, tres meses entrenando juntos este maratón, ritmos, tiempos, etc. El recorrido es bonito, paso por las calles de Donosti, la Concha, Ondarreta, túneles, idas y vueltas por las orillas del río Urumea, estadio de Anoeta y otra vuelta casi por el mismo sitio. El recorrido bonito y con ligeras pendientes y subidas. El público inmejorable, animando desde el primer kilómetro y sobre todo a la llegada, a la entrada del estadio y dentro de este. Bandas de música por el camino que animaban el paso de los corredores, Pues bueno, zancada a zancada, kilómetro a kilómetro, sin incidencias, sino las propias del maratón, cansancio, subidas y bajadas de moral y de fuerzas físicas, sobre todo después del kilómetro 21 de la media maratón, punto psicológico, en el que realmente empieza la verdadera carrera del Maratón con mayúsculas, nos vamos acercando a la meta, en el Estadio de Anoeta, kilometro 42, 195, más público animando; aceleramos un poco dentro de nuestras fuerzas, que aún nos quedan, pocas, pero las suficientes para imprimir un ritmo digno de entrada en el Estadio y llegar a meta. Los aplausos y ánimos de los espectadores, incluso por nuestros nombres impresos en los dorsales animan mucho en estos últimos kilómetros de la carrera. Y por fín cruzamos la meta y culminamos con éxito tres meses de preparación y expectativas, nos relajamos, medalla, hidratación, abituallamiento y para el hotel, a la ansiada ducha. Con los deberes hechos y pensando en que en una temporada nos relajamos de los entrenamientos programados, hasta febrero, que empecemos a preparar el Maratón de Praga el 3 de Mayo del año próximo, nos vamos a comer a una sidrería, donde repusimos fuerzas sobradamente, con una comida estupenda regada con buena sidra. Luego, para León después de un buen fin de semana, de pasárnoslo bien y correr todo un MARATON.