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El estamento militar, su estado de ánimo, así como su nivel de descontento con el Gobierno, son los mismos con o sin golpe, y la Constituyente va a ser la panacea que lo arregla todo, según Maduro. ¿Pero hasta cuando?
Maduro consolida su autogolpe: la Constituyente comienza a trabajar con la fiscal 'rebelde' en el punto de mira, diciendo: "Si hubiese una Fiscalía valiente, todos esos criminales estarían en la cárcel". Nicolás Maduro multiplica por 50 los presos de Chávez.
"El presidente del pueblo Nicolás Maduro se hizo gigante el día 5 de agosto, creció sobre sí mismo y entregó el poder al pueblo", afirmó Delcy Rodríguez, nueva presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente. Debutó en su nuevo cargo agradeciendo a su gran mentor, para que quede bien claro que el "hijo de Chávez" dirige el ente inventado de forma ilegal, y gracias al "mayor fraude electoral de la Historia de América Latina".
La Constituyente comenzó sus sesiones el mismo día, según advirtieron tanto Rodríguez como Maduro, quien aprovechó su intervención para arremeter contra la fiscal 'rebelde', Luisa Ortega Díaz, a quien la Constituyente terminó por arrebatar sus funciones. El primer mandatario culmina así el asalto contra el Parlamento 20 meses después de su estrepitosa derrota electoral. Y lo hace para perpetuar su poder, pero instalado en una dimensión desconocida, porque la Venezuela real sufre a espaldas de la cúpula revolucionaria en medio de la mayor crisis económica, social y política de su historia, que devora sus bolsillos y sus sueños. "Aquí no hay crisis humanitaria, aquí lo que hay es amor", teatralizó Rodríguez, algo que incluso buena parte de los chavistas no comparten, más allá de a quién consideren culpable de la mayor inflación del planeta, de la caída de 12% que se espera para su Producto Interior Bruto (PIB) este año y de la devaluación por minutos que sufre su moneda. "Empezaremos a actuar desde mañana (ese sábado había sesión convocada en el mismo salón), no se sorprendan. Vamos compañeros, a la renovación constitucional", advirtió Rodríguez, ataviada con su traje rojo favorito, entre salvas de aplausos: "No le vamos a dejar solo, presidente, usted se hizo hoy millones de venezolanos". El primer mandatario no compareció en el Salón Elíptico, pero acompañó la ceremonia a través de sus redes sociales: "Hoy comenzamos a escribir la historia de la Venezuela heroica de libertad y paz". La fiscal “rebelde” está en el punto de mira.
Unas horas después, Maduro anunciaba en un acto de la Guardia Nacional Bolivariana que la Constituyente trabajará este sábado "todo el día" y empezará a tratar la puesta en marcha de una "comisión de la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas de la violencia”, informaron las agencias. Maduro acusa de la violencia a la oposición. Según el gobernante, la Constituyente servirá para "que haya justicia" y se cure una "herida social" de la que, afirmó, forma parte "la complicidad del Ministerio Público con la insurgencia armada, la protección que la Fiscalía le ha dado a los violentos durante tres meses o más". "Si aquí hubiese una Fiscalía que actuara (...) hace tiempo que todos esos guarimberos (manifestantes violentos) estuviesen encarcelados". La fiscal general, Luisa Ortega Díaz, se ha convertido en los últimos meses en una de las voces más vehementes contra Maduro dentro de las instituciones del Estado, y ha sido acusada de "traidora" desde el oficialismo. Maduro ya ha adelantado que la Constituyente podría intervenir y tomar el control del Ministerio Público.
La Guardia Nacional Bolivariana ha tomado posiciones en la sede de la Fiscalía este mismo sábado. Una marcha plagada de simbolismo chavista. Tal y como estaba previsto, la juramentación de los 545 delegados de la Constituyente pasó por encima del Parlamento legítimo, decididos a convertirse en el Comité de Salud Pública de la revolución bolivariana, con "poderes plenipotenciarios" y como si de los nietos de Robespierre se tratara. Una mezcla de soviets con elementos estratégicos aportados por los asesores cubanos del "hijo de Chávez". Un acto lleno de símbolos porque el pueblo no les sobra. La Plaza Bolívar y sus alrededores se convirtieron en un pequeño oasis llenó de seguidores chavistas, los partidarios de Nicolás Maduro sostenían los retratos de Simón Bolívar y Hugo Chávez durante las manifestaciones previas a la toma de poder de la Constituyente. Mientras de puertas afuera, a pocos metros de distancia, las colas buscando arroz y pasta superando en número a los presentes.
"¡Volvió, volvió, volvió!", repetían los cánticos dentro y fuera del salón de los constituyentes al paso de las imágenes de Hugo Chávez y Simón Bolívar, que Henry Ramos Allup, expresidente de la Asamblea Nacional legítima, mandó retirar el año pasado. La fiesta chavista se desarrolló animada por sus nuevos cánticos, como el "¡Y ya llegó, y ya está aquí, la Constituyente está aquí!" y "¡llegó la hora de los chavistas, llegó la hora de los socialistas!". Entre ellos estaba Keyla Salas, llegada desde la costeña Anzoátegui acompañando al constituyente Williams Petit, director de una sucursal del Banco Centenario y uno de los que no accedió al insuficiente Salón Elíptico. "Esto es una guerra económica y claro que no hubo fraude", explicó Salas de un tirón. Pero mientras más hurgaba el reportero, más dudas aparecían. "Esto (la situación económica) está muy fuerte. Tenemos que esperar el cambio. El problema son las personas que acompañan a Maduro, le han querido sabotear y eso nos afecta. Las gandolas (camiones) llegan con comida, pero alguien se las queda. Espero que al menos esta Constituyente se convierta en nuestros ojos", añadió de forma serena. En un intento de contrarrestar el toque de atención llegado desde el Vaticano, un acérrimo sacerdote madurista bendijo la instalación de esta Asamblea ilegal. "Cómo un padre puede negar a bendecir la paz que pide todo el pueblo", arengó Numa Rojas mirando hacia Roma. Horas antes, la Santa Sede pidió suspender la instalación por fomentar un "clima de tensión" e "hipotecar el futuro". Y es que la revolución exige hoy a sus seguidores un acto de fe: creer en lo que no se ve por ninguna parte del país. Más allá de la pelea metafísica, Maduro confirmó el control que mantiene sobre el nuevo órgano, al imponer la elección de su antigua canciller y de Aristóbulo Istúriz como primer vicepresidente. Solo una parte de los elegidos pudo acceder al Salón Elíptico, pero los presentes intentaron llenar su ausencia con cánticos y gritos constantes, con la parafernalia habitual en las representaciones revolucionarias, un remedo sonriente y desordenado de las sesiones del Parlamento de Corea del Norte, donde todos los presentes aplauden por doquier como si de robots se tratara.
Transcurridos cinco días de las votaciones, el Consejo Nacional Electoral (CNE) solo ha podido publicar los resultados incompletos del proceso. La oposición se encuentra impotente ante el asalto. El Parlamento legítimo reaccionó ante la apisonadora estatal, pero su voz sonó débil, abrumada por la nueva situación y tras la toma de las instalaciones por la militar Guardia Nacional. La Asamblea continuará sus sesiones desde el Palacio Federal Legislativo en defensa de la Constitución y la democracia. Un evidente fraude constituyente busca alargar la agonía de una dictadura fracturada en el poder. Ni el pueblo ni el mundo lo permitirá", emitió el órgano parlamentario a través de sus redes sociales. La oposición intentó congregar a sus fieles al otro lado de la ciudad, sabedora de que la represión se lanzaría contra ellos. Al menos había recibido una buena noticia horas antes: el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) regresó a su vivienda a Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas y prisionero político desde 2014, tras permanecer esta semana en la prisión militar de Ramo Verde. La marcha, formada por unos pocos cientos de seguidores, vivió algo parecido a un funeral de la democracia, confirmado por el juez Edecio Velásquez, quien decretó la nulidad absoluta contra la solicitud de la Fiscalía General de la República para la suspensión de la instalación de la Constituyente. Sin sorpresas, por supuesto. Casi la mitad de los jueces venezolanos militan en el chavismo y la otra mitad se manejan entre la obediencia y el pánico.
El diputado Fredy Guevara participa junto a opositores en una manifestación contra la toma de poder de la Constituyente, en Caracas. "Seguimos con nuestras convicciones intactas, nada nos va a parar", intentó animar el alcalde Carlos Ocariz, para quien Maduro también asegura tener una mazmorra preparada. Sus palabras precedieron a la embestida de los represores, brutal como siempre, que incluso causó heridas a la diputada Amelia Belisario. En las últimas horas han fallecido dos personas heridas durante el fin de semana pasado, lo que eleva a 123 las víctimas mortales en 126 días de rebelión popular. "Nos recibieron con perdigones y gas a quemarropa", denunció el dirigente Juan Andrés Mejía. "Así se estrenó la Constituyente", sentenció.
La situación política en Venezuela se agrava. Tras la proclamación de la Asamblea Constituyente, la tensión entre opositores y chavistas va en aumento. El último episodio lo ha protagonizado un grupo armado de militares venezolanos que ha anunciado, en un vídeo publicado en Internet, un alzamiento contra el Gobierno de Nicolás Maduro
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Militares de la 41 Brigada Blindada de Naguanagua en Carabobo (Venezuela) se alzan contra el Gobierno de Nicolás Maduro. "Nos declaramos en legítima rebeldía, unidos hoy más que nunca, con el bravo pueblo de Venezuela, para desconocer la tiranía asesina de Nicolás Maduro", han dicho los militares encabezados por el capitán de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) Juan Caguaripano desde la 41ª Brigada Blindada de Valencia.
"Aclaramos que esto no es un golpe de Estado. Esta es una acción cívica y militar para restablecer el orden constitucional. Pero más aún, para salvar al país de la destrucción total, para detener los asesinatos de nuestros jóvenes y familiares", ha explicado Caguaripano.
El número dos de Maduro, Diosdado Cabello, ha dado por aplastado el intento de levantamiento desde su cuenta de Twitter y ha asegurado que el Gobierno ha detenido a "varios terroristas" por este intento de "atentado". Fue descrito así: “en la madrugada atacantes terroristas entraron al Fuerte Paramacay en Valencia, atentando contra nuestra FANB. Varios terroristas detenidos”, - Diosdado Cabello.
El jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (CEO-FANB), el almirante en jefe Remigio Ceballos, indicó que, de la veintena de uniformados que tomaron a primera hora el Fuerte Paramacay en el estado Carabobo (centro-norte) de Venezuela, siete personas fueron capturadas y "están aportando datos".
“Tras el ataque terrorista al Fuerte Paramacay, se activaron planes de defensa, despliegue de tropas, para garantizar la seguridad interna. Nuestra FANB actuando con máxima moral en defensa de su Honor, de la Paz, y de la Patria ha controlado la situación”, sigue informando Remigio Ceballos.
El jefe del contragolpe añadió: “el apoyo a nuestra FANB es absoluto, ante los ataques protagonizados por grupos terroristas. Pueblo y FANB unión perfecta en defensa de la Patria!. Absoluta normalidad en el resto de las unidades militares del país, quienes sueñan con lo contrario se estrellarán con la moral de la FANB!”.
Al menos siete personas han sido detenidas, según han informado fuentes militares. Durante el asalto a la Brigada 41 una persona ha muerto y otra ha resultado gravemente herida, según ha informado el comandante general del Ejército, el mayor general Jesús Suárez Chourio, quien describió lo ocurrido como un ataque "terrorista, paramilitar, mercenario pagado por la derecha y sus colaboradores, por el imperio norteamericano".
El General Mayor Suárez Chourio Comandante del Ejército, confirma desde Fuerte Paramacay “que el ataque terrorista fue neutralizado con éxito. Viva nuestra FANB!”.
"Un grupo de paramilitares que aprovechando las condiciones del momento nos asaltaron, pero inmediatamente fueron repelidos, fueron derrotados y estamos aquí festejando el triunfo de la patria", dijo el jefe militar en una declaración pública acompañado de un batallón de oficiales. El líder de los golpistas es un capitán Juan Caguaripano, inactivo desde 2014.
Otras fuentes cercanas a las Fuerzas Armadas aseguraron que el grupo estaba integrado por algunos militares rebeldes y también por civiles vestidos de uniforme, que no pertenecían a la base militar del cuerpo de blindados del Ejército venezolano.
El autoritarismo de Venezuela, incluido el Ejercito, hace de la nación bolivariana, un pais de machistas
El grupo liderado por un oficial que se identificó en un vídeo como el capitán Juan Caguaripano, llegó a tomar la base militar más importante del grupo de blindados del Ejército venezolano. Antes de ser reducido por las fuerzas leales a Nicolás Maduro, el portavoz de los sublevados ha indicado que, la iniciativa, bautizada como Operación David Carabobo, parte de "tropas de esta gloriosa unidad del verdadero Ejército venezolano forjador de libertad, así como de tropas activas y en reserva de todos los componentes, militares y policías, hombres y mujeres valientes amantes de la paz". Exhortó a "los compañeros de armas a desobedecer desde sus comandos a este régimen de asesinos, desobedecer a esa cúpula de generales corruptos que no representan el honor ni la dignidad de la Fuerza Armada". "No sean la vergüenza de nuestra familia", ha pedido.
Carlos Arana Sánchez invitó 'a toda Venezuela a ir los cuarteles militares y a los comandos de Policía para unirnos en esta gesta libertadora'. 'Que cada unidad despliegue en su fachada pancartas alusivas al (artículo) 350 (de la Constitución, que habla de la defensa de la Carta Magna) y reciban ordenada y pacíficamente a los ciudadanos'.
Caguaripano ha advertido de que aquellos cuarteles y comandos "donde se registre actividad hostil contra la población civil serán considerados objetivo militar", tanto la unidad como su comandante. " Vamos contra ellos y con todo el poder de fuego de nuestras fuerzas aliadas en todo el país", ha sostenido.
Por otro lado, Caguaripano ha reclamado a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición venezolana, que den por concluidas las posibles negociaciones con el Gobierno y "pasen por encima de las cúpulas corruptas que traicionan al pueblo". "Ya pasó el tiempo de pactos y acuerdos ocultos entre tiranos y traidores", ha reclamado.
Así, el líder militar ha exigido al Parlamento "la formación inmediata de un gobierno de transición" y la celebración de "elecciones generales libres con poderes públicos independientes". "Reconozca y respete la voluntad de su pueblo de librarse de la tiranía y honre la memoria heroica de jóvenes (...) y otros tantos que con escudos de cartón y corazones de acero ofrecieron sus vidas para enseñar a un pueblo a derrocar el miedo", ha concluido.
Ya en 2013, los primeros vestigios de oposición contra Maduro se veían en el horizonte. Así ese mismo año por lo menos 14 militares fueron detenidos bajo la sospecha de traición y rebelión. Así rezaba una nota publicada por la agencia Reuters, en la que explicaba, según unos documentos a los que ha tenido acceso esta agencia, que distintos mandos, incluyendo coroneles y capitanes, estaban recluidos en la cárcel militar de Ramo Verde –donde también estaba Leopoldo López– desde su arresto a principios de abril. Fue justo cuando se iniciaron las protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro, que entonces cumplía 68 días. Todo en medio de rumores que hablaban de una depuración de las fuerzas armadas para callar las posibles voces disidentes. Y para tomar precauciones ante un posible golpe de Estado.
En enero de este año se ha procesado a 4 civiles y 4 militares por su presunta participación en el “golpe azul”, una también presunta intentona golpista que fue denunciada por el entonces presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, en febrero de 2015. El pasado 28 de mayo, Maduro dijo en su programa de televisión semanal que “ya, a esta altura, derrotado (sic) el intento de golpe de Estado. Están derrotados. ¿Oyeron?”.
No es primera vez que el presidente venezolano habla de posible cuartelazo en estos meses. Por ejemplo, el 10 de abril, al inicio de las protestas, dijo que “estamos enfrentando un golpe de Estado de la oposición, con apoyo de la OEA (Organización de Estados Americanos) y la Casa Blanca bajo órdenes del Departamento de Estado de EE.UU.”. Días después, el 19, dijo que se había dado un “contragolpe fundamental en el espinazo al golpe de Estado que venimos derrotando”.
Desde fuera puede parecer que los periódicos disturbios contra el Gobierno de Nicolás Maduro son siempre iguales. Pero hay muchas diferencias entre las movilizaciones de 2014 y las de ahora en 2017.
La primera vez que Nicolás Maduro habló de asonada fue apenas un día después de ganar la presidencia el 14 de abril de 2013. Desde entonces, las denuncias del presidente de este tipo de intentonas –como las de magnicidio– no han cesado. Incluso, desde el Gobierno se habla en ocasiones de “golpe de Estado continuado”. Especialmente significativo fue el discurso realizado el pasado 17 de abril frente a miembros de las fuerzas armadas y de la Milicia Bolivariana: "No es tiempo de traidores, no es tiempo de traición, no es tiempo de vacilantes; que cada quien se defina: si estamos con la patria o contra ella". En esos días, el runrún sobre una posible asonada -que llega de forma recurrente a las redacciones de la mano de empresarios y activistas políticos con buenas conexiones en Venezuela, asegurando que es inminente- se hicieron especialmente intensos. Poco después se empezó a hablar de los arrestos de militares desobedientes, los que ahora confirma Reuters.
En la calle es común escuchar la teoría del golpe. Tanto como para desear que haya uno (“aquí hace falta un militar que ponga orden” -obviando tal vez que 10 de 29 ministros visten o vistieron de verde olivo–), como para vaticinar que pronto ocurrirá. Desde que se iniciaron las protestas, políticos de oposición como Julio Borges, Freddy Guevara o Juan Requesens, han dedicado parte de sus alocuciones a interpelar a los militares. “Maduro los está utilizando y empujando a desconocer el orden constitucional de Venezuela. Nosotros no queremos una Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) que se pase a la oposición sino que cumpla con la Constitución. Maduro los está destruyendo frente a la opinión pública y en la comunidad internacional”, dijo Borges en una de las múltiples ocasiones en que se ha referido al estamento castrense.
Y se ha tratado de mostrar una fractura en el seno del el ejército bolivariano. Por ejemplo, Henrique Capriles, gobernador opositor del estado de Miranda, denunció en entrevista exclusiva para la BBC de Londres publicada hace semanas que había al menos 85 militares “detenidos solo por el hecho de haber expresado descontento (…) con la actuación de la Guardia Nacional y la Policía Nacional, con la salvaje represión”.
“La cifra de 14 presos es razonable, se cae el mito de que había casi 100 detenidos. Hay que ser cauteloso con las cifras. Son hechos aislados, a partir de las últimas protestas, y se inscribe más en el desacato de los militares que otra cosa”, explica Rocío San Miguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano. La abogada dice que el recurso discursivo del golpe “es una constante desde el Gobierno de Chávez, a partir de 2002 –fecha del último golpe en Venezuela–, una matriz permanente y un patrón desde el poder orientado a señalar el golpe con débiles fundamentos, sobre todo cuando si se escudriña un poco más en el personal que suelen señalar, que son oficiales sin tropa bajo su mando. Pero imagino que es un modo eficaz para disuadir ideas en este sentido”.
El ex militar Clíver Alcalá Cordones acompañó a Chávez en el intento de golpe en febrero de 1992. Sigue leal al Comandante, pero es uno de los históricos que se deslindan y critican a Maduro. “Hay un amplio incremento del autoritarismo del Gobierno y hacia las filas de las Fuerzas Armadas. Además, con la realidad que tenemos en lo político, lo social y, sobre todo, en lo económico, entiendo que debe haber un gran descontento dentro de la FANB”. Y pone el ojo en la Constituyente: “Está siendo todo muy abusivo, como esta convocatoria. Hay muchos oficiales que han expresado su disconformidad con el tema. Está generando graves problemas internos en las filas de la FANB. Sin duda debe haber mucha persecución a lo interno”.
Maduro ha logrado aglutinar en su contra vertientes ideológicas dispares como el chavismo crítico o disidente aunque cierre filas al menos de puertas hacia fuera. Las grietas del chavismo con pesos pesados de Chávez se revuelven contra Maduro.
Sobre un posible golpe, Alcalá dice que “el descontento por la falta de medicamentos, seguridad, hambre no excluye a los militares” y que desde el Gobierno “están cuidando cualquier posibilidad de acción que desestabilice al país, desde un levantamiento popular a cualquier acción en cualquier área. Saben que lo están haciendo mal, violando la Constitución, que la gente no está contenta y se articulan porque saben que hay miedo y temor a un golpe”. Pero San Miguel, por su parte, no ve clara una asonada militar. “Siempre hay ese temor, sobre todo en América Latina, pero aquí hay lecciones aprendidas y el contexto no tiene que ver con 1992 ni con 2002”.
La misma opinión comparte Hernán Castillo, profesor de Ciencias Políticas de las Universidad Simón Bolívar (USB) y experto en temas de Defensa. “No va a haber un alzamiento militar, el contexto internacional no es el mismo. Era más factible en los 70 en plena guerra fría. Pero también desde el punto de vista operativo. En el caso venezolano sería un genocidio porque no pueden sostenerse en el poder, no hay condiciones”. El estamento militar, su estado de ánimo, así como su nivel de descontento con el Gobierno, podrían asemejarse al experimento de Erwin Schrödinger: una caja cerrada y opaca tiene dentro un gato, un recipiente con gas venenoso y una partícula radiactiva. Hay una probabilidad del 50% de que el veneno se libere. La misma probabilidad de que el gato esté muerto o esté vivo. Pero es imposible comprobarlo, sólo hablar de posibilidades.
Pero en 1992 cuando Chávez conspiró y terminó con el Presidente Constitucional del partido Acción Democrática el recipiente estaba transparente, cualquiera de las tres probabilidades era posible.