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El exdictador panameño, Manuel Antonio Noriega, no debe enfrentar la justicia por la desaparición en 1970 de un dirigente izquierdista porque Panamá se comprometió a no juzgarlo por ese caso, manifestó este sábado su abogado, Ezra Ángel.
Noriega, de 80 años, tiene una audiencia en el Segundo Tribunal de Justicia el próximo 21 de mayo por la desaparición y muerte del dirigente Heliodoro Portugal, detenido por agentes militares en la ciudad de Panamá en mayo de 1970.
Sin embargo, Panamá se comprometió ante Francia, país que lo extraditó en 2011, a no abrirle más procesos diferentes a los que motivaron su extradición a su país, donde cumple varias condenas por desaparición de opositores durante su régimen (1983-1989), aseguró Ángel.
"Nosotros solicitamos que se respete el principio de especialidad en cuanto a que Panamá no puede juzgar, procesar e investigar al general Noriega por ningún delito cometido con anterioridad a las extradiciones aprobadas por Francia", dijo Ángel a la AFP.
Panamá solicitó a Francia en 2010 la extradición de Noriega para cumplir condena por la desaparición y muerte en 1985 del opositor Hugo Spadafora y del militar Moisés Giroldi, muerto tras rebelarse a Noriega en 1989.
Según varias solicitudes de extradición de 2010, a las que ha tenido acceso la AFP, el gobierno panameño "hace fiel promesa" a las autoridades francesas de que Noriega "no será juzgado por un hecho anterior" ni se "le someterá a sanciones distintas" a los casos de Spadafora y Giroldi.
Estas solicitudes llevan el nombre del entonces canciller y hoy presidente de Panamá, Juan Carlos Varela.
La desaparición de Portugal se dio cuando Noriega era jefe de la desaparecida Guardia Nacional y mano derecha del líder nacionalista Omar Torrijos.
Su cuerpo fue encontrado en septiembre de 1999 en las inmediaciones de un antiguo cuartel militar.
Noriega cumple 3 condenas de 20 años cada una por los casos de Spadafora, Giroldi y la llamada masacre de Albrook, en la que varios militares murieron después de sublevarse contra él.
Derrocado en 1989 por una cruenta invasión de Estados Unidos, Noriega ha pasado más de 25 años preso por narcotráfico, blanqueo de capitales y desaparición de opositores en Estados Unidos, Francia y Panamá.
Según Ángel, el exdictador, que ha tenido varios derrames cerebrales y complicaciones pulmonares, debe estar libre porque ya cumplió más de 20 años preso, el máximo que permitía la ley cuando fue juzgado, y por motivos de salud.
"Noriega no tiene poder, pero es una papa caliente donde nadie quiere tomar la la iniciativa de hacer lo correcto. Están jugando con su vida porque es más fácil que se muera en la cárcel a tomar una decisión y dejarlo en libertad", dijo Ángel.