¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que José Gamazo escriba una noticia?
La tranquilidad del mes de agosto en las ciudades las hace más habitables
El mes de agosto sigue siendo el período por excelencia de las vacaciones de los españoles. Los organismos oficiales funcionan a medio gas, numerosos comercios cierran por vacaciones y las ciudades se vacían. Para los que se quedan en la ciudad hay numerosas ventajas. Para empezar la tranquilidad se apodera de las calles y avenidas. La circulación de los vehículos en más fluida y además se puede encontrar con más facilidad aparcamiento. Los políticos se van de vacaciones y nos dejan en paz durante unos días. Los municipios aprovechan los meses estivales para realizar las obras de mejora en las calzadas. Las terrazas se llenan en busca de la sombra y del refrigerio. Y para los que quieran sacudirse el axfisiante calor nada mejor que acudir a las piscinas municipales. Es un remedio para las personas que no se puedan ir de vacaciones. Una de las escapaditas cercanas puede ser el acudir a los pueblos de origen para vivir los numerosos festejos que se celebran en el tórrido mes de agosto. Pero volvamos al tema, las ciudades en agosto son más habitables, más humanas. Se disfruta de la tranquilidad de la que carecen el resto del verano. En septiembre, volverán todos aquellos que tuvieron sus vacaciones durante el mes de agosto. La gente vuelve a su rutina del trabajo o del estudio. Los niños vuelven al cole y los padres a sus obligaciones. La ciudad se llena de bullicio. El tráfico vuelve a ser denso y el estrés. Me quedo con la tranquilidad y el sosiego de agosto. Ojalá el resto del año fuera agosto!