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Dos jóvenes presuntamente involucrados en una supuesta paliza colectiva el sábado a dos guardias civiles, uno de ellos con fractura de tobillo, y sus parejas, en Navarra, fueron imputados este lunes por atentado a la autoridad y lesiones, indicó un tribunal navarro.
Los sospechosos quedaron en libertad tras declarar ante un juez, pero tendrán que presentarse todos los viernes en el juzgado, indicó un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Navarra.
No fueron identificados por la fuente, pero la prensa local indicó que eran dos jóvenes de 22 años.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado, cuando un nutrido grupo de personas presuntamente atacó a los dos agentes, que no estaban de servicio, y sus parejas, en un bar en la población de Alsasua, en Navarra, denunciaron las mujeres.
La peor parte parece que se la llevó uno de los dos guardias civiles, hospitalizado y tratado quirúrgicamente en un tobillo "completamente fracturado", dijo su esposa el domingo. Las otras tres personas sufrieron contusiones leves.
La pareja del segundo agente de la Guardia Civil señaló este lunes a la radio Onda Cero que ella y sus compañeros estaban "disfrutando de una noche de ocio" en el bar, cuando les lanzaron un vaso. Mientras abandonaban el local, los increparon y comenzaron a recibir "puñetazos por todos lados".
Según la mujer, los atacantes ascendieron a varias decenas, porque llegaron personas de otros bares aledaños.
Los sindicatos de la Guardia Civil acusaron a los agresores de pertenecer a la izquierda nacionalista vasca.
Pero la coalición de izquierda indepentista EH Bildu en Navarra rechazó esa versión y dijo que se trató de "una pelea" como otras que pueden ocurren en un bar en la madrugada, dijo a los periodistas su portavoz en el Parlamento navarro, Adolfo Araiz.
"No podemos compartir (...) que se trate de un ataque a la Guardia Civil como institución", afirmó, al rechazar que los hechos sean elevados "a la categoría de ataque político".
El País Vasco y Navarra fueron, hasta 2009, escenario de la violencia de ETA, a la que se atribuye la muerte de al menos 829 personas en 40 años, incluyendo numerosos policías y guardias civiles.
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, garantizó el domingo que "no habrá impunidad" ante los hechos del sábado, mientras la policía no descarta nuevas detenciones.
