Isidro Suárez, Tipógrafo del Far West

En primera persona:

Corrían los primeros años ochenta cuando la conocí. Seguramente entonces no cabía en su cabeza que iba a llegar algún día a ser alcaldesa de Avilés (Villa del Adelantado de la Florida). Por aquellas fechas podía tener unos dieciocho años de edad ¿año 1983? Fue cuando ella apareció un día por La Xunta, ya ubicada en los dominios de la casa parroquial del barrio de La Luz.

Llegó con el salvoconducto de la JOC (Juventud Obrera Católica) para adoctrinar a los jóvenes (ellas y ellos) en no sé que historias --Y yo ateo, como es mi costumbre ¿ideológica?--. Pero tal odisea cristianizadora nunca la he visto reflejada en ningún currículum de los presentados por ella en la prensa en infinidad de ocasiones ¿..?

Antes de aparecer Pilar Varela en escena ya estaba en marcha la Asociación contra el paro juvenil La Xunta, en el barrio de La Luz --Barrio de edificaciones de multiviviendas gestionadas entonces por la tan añorada ENSIDESA, que ésta agenció en los años sesenta a un constructor (o un poco antes) para sus trabajadores y trabajadoras, y que ahora son propiedad de éstos--. Asociación que el suscribiente, plumífero escribidor, puso en marcha porque se lo habían pedido dos jóvenes inquietos por el problema del paro de entonces en Avilés: un joven trabajador de ENSIDESA, Arístides, y una muchacha llamada Chelo que, bastante tiempo después de haberse casado y tener dos preciosas hijas, que ahora son mayores de edad, se suicidó en las aguas del Cantábrico gijonés hace pocos años. No puedo ni quiero decir mucho más sobre tan lamentable hecho porque ha sido terrible, pero mucho más para sus hijas y su familia, claro.

Asociación que, por no tener entonces sede social, era mi propio domicilio el que figuraba como sede social al principio, recibiendo llamadas telefónicas e informes postales a efectos de comunicación entre los jóvenes socios parados --entiéndase ellos y ellas-- de otras asociaciones dentro de la provincia y de los organismos oficiales de los cuales esperaban ayudas y subvenciones para combatir el paro. Todo eso me obligaba a informar, llamar y entregar documentos que llegaban a mi domicilio que se suponía como sede de la entonces Asociación contra el paro juvenil La Xunta. Y que hoy pervive a duras penas en el mismo local que años después les dejó la parroquia.

Ahora, siendo alcaldesa de Avilés, a Pilar Varela Díaz pocas veces le dejan ejercer como tal porque siempre tiene al acecho al impresentable Álvaro Álvarez García acompañado de su oremus ejerciendo como Secretario General del PSOE avilesino para que las cosas del poder vayan bien, no para que empeoren. Y es que tal parece que la alcaldesa, nuestra alcaldesa, no le ofrece mucha confianza a tan alumbrado compañero a pesar de utilizarla éste como paragolpes casi siempre. Y siendo así…¿por qué no se presentó éste a las elecciones municipales para concejal en vez de intentar, siempre que su estro le invite, chafarle a la alcaldesa Pilar su estatus desde su secretaría general del PSOE avilesino?; ¿..?

…tiene que ponerse las pilas para despegarse de la rémora y del oremus circundante…

A Pilar Varela, como alcaldesa de Avilés, se le acerca demasiado el jefe de las mesnadas socialistas avilesinas con su oremus transitorio. El fulano no se resigna a estar en la última fila del teatro consistorial, como todos los demás que no pasamos por el coladero electoral. Se empecina éste, caiga quien caiga, con un supuesto derecho de pernada mental por creer ser Su Excelencia El Secretario General del PSOE de la ciudad. Y tal es así que Avilés parece gobernada, no por la alcaldesa Pilar Varela, sino por las entretelas de tal joya contumaz. Además, parece ser que amparado por otras instancias de carácter oficial, presume de tener las llaves del reino avilesino que interfieren como salvapantallas cuando éste se pasa con los demás.

Y sino leer lo que dice un lector en el listado de comentarios de El Comercio Digital del día 10-11-2009, del cual tengo una copia. Esto dice literalmente el lector: “Este señor ha estado detenido por alcoholemia por la policía, debería dimitir de inmediato, no sé como tiene la vergüenza de seguir en la política después de saltarse la ley”. O sea que todo Avilés sabe de las andanzas del fulano, demócrata él como el que más. Pero nadie se atreve a más porque es temido en la ciudad…¿..?

Y la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela --a la cual a día de hoy valoro mucho más--, por lo que aprecia la sociedad avilesina, tiene que ponerse las pilas para despegarse de la rémora y del oremus circundante de actitudes aberrantes de los que están bajo su batuta. O encima. Es innegable, el pueblo lo sabe y no le valen los subterfugios de siempre para defender lo indefendible. Y mucho menos cuando tratan de escarmentar, sin ningún motivo legal o moral, a las personas encargadas de conservar la paz dentro de la villa de Avilés por el mero hecho de tratar de cumplir con su cometido sin discriminar a nadie del lugar. Porque, para cumplir con la Ley, todos somos iguales: paisano, policía, cura parroquial o concejal. Y si no es así, todo nos irá mal y tendremos que romper el invento democrático del lugar.

Y acabo: Siempre he creído que la estatura de un animal racional está en la cultura cerebral, no en un enanismo de cualquier cargo político o policial que, coyunturalmente, puede tener bajo sus órdenes una tropa en el lugar.