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Después de la histórica y humillante goleada 7-1 propinada a Brasil el martes en semifinales del Mundial-2014, Alemania había fortalecido su papel de favorito para ganar el título, pero dubió sufrir para vencer este domingo a una dura Argentina en el alargue y conseguir el tetracampeonato mundial.
Un gol de Mario Götze en el minuto 113 le permitió a la Mannschaft conseguir su cuarto título mundial y primero desde la reunificación del país el 3 de octubre de 1990.
Alemania había conseguido sus tres coronas previas en 1954, 1974 y 1990 como Alemania Federal, nombre con el que se dividió el país, frente a la Alemania Democrática, en 1945 tras la Segunda Guerra Mundial y hasta octubre de 1990.
Además, el Maracanazo alemán de este domingo fue el primer triunfo de un país europeo después de seis mundiales jugados en América que habían sido ganados por selecciones de este continente, Uruguay en Uruguay-1930 y Brasil-1950, Brasil en Chile-1962 y México-1970 y Argentina en Argentina-1978 y México-1986.
La selección dirigida por Joachim Löw había avanzado a la final de Brasil-2014 con una demostración magnífica de fútbol colectivo, donde el equipo pesa más que las individualidades, frente a un seleccionado local que se vio humillado por la histórica goleada sufrida.
Este domingo en el Maracaná, frente a la Argentina de Lionel Messi, la Mannschaft no repitió su formidable actuación pasada y recién logró doblegar a una selección albicelete en la prórroga y luego de que ésta desperdiciara varias ocasiones de gol para conquistar su tercer título mundial.
- El regreso de Götze -
Y como una nueva muestra del poderío que disponía Löw en su plantel, tan rico en variantes y con varias alternativas, fue justamente Mario Götze el encargado de llevar a la gloria a Alemania.
Götze había iniciado el Mundial como titular en ofensiva, pero sus bajas producciones lo habían relegado al banco de suplentes.
Abanderado de la nueva generación germana que dejó atrás la rigidez táctica y hoy juega el mejor fútbol del mundo, Götze ingresó en la segunda etapa en lugar del veterano e histórico goleador Miroslav Klose y a los 113 minutos acabó con el invicto del portero argentino Sergio Romero desde los octavos de final para darle el cuarto título mundial a Alemania.
- La riqueza del banco -
Si no es Thomas Müller, es Miroslav Klose; si no es Mesut Özil es Mario Götze, si no es Toni Kroos es Bastian Schweinsteiger. Lo cierto es que Löw dispone de un amplio abanico de opciones a la hora de armar el equipo.
El DT mira al banco y también encuentra otras variantes, como Andre Schürrle, que ante Brasil ingresó en el segundo tiempo con un hambre de gol que sació con los dos últimos tantos de la Mannschaft ante Brasil, o Lukas Podolski, que por problemas físicos ha sido poco utilizado.
Además, no pudo tener en cuenta para el Mundial por lesión a uno de los mejores jugadores de esta generación alemana que está haciendo historia, el habilidoso atacante Marco Reus, del Borussia Dortmund.
Löw, exayudante en la selección germana de Jurgen Klinsmann, asumió el cargo de seleccionador de la Mannschaft tras el Mundial de Alemania-2006, con la misión de ganar el cuarto título mundial, después de 1954, 1974 y 1990.
- Juventud y experiencia -
Tras algunas frustraciones, como las derrotas en semifinales de Sudáfrica-2010 frente a España (1-0) y en la misma instancia en la Eurocopa de 2012 contra Italia (2-0), Löw encontró la combinación perfecta entre experiencia y juventud en la selección alemana.
Logró mezclar a veteranos como Miroslav Klose o el capitán Philip Lahm con jóvenes como el talentoso volante Toni Kroos y el delantero Thomas Müller, ambos de 24 años, entre otros.
Y cada uno ha cumplido su tarea a la perfección.
Klose anotó frente a Brasil el segundo gol germano y se transformó en el máximo goleador en la historia de los mundiales, con 16 tantos.
El veterano delantero de 36 años nacido en Polonia ya había sido el salvador de Alemania frente a Ghana, cuando entró a los 69 minutos con su equipo perdiendo 2-1 y en la primera pelota que tocó, a los 71, anotó el tanto del empate final 2-2.
Lahm por su parte fue el comodín de Löw, que lo ha usado como centrocampista o lateral derecho, su posición natural.
En los primeros partidos y ante las molestias físicas de Schweinsteiger, Lahm jugó en el medio con Sami Khedira y Kroos.
Una vez que 'Basti' mejoró y estuvo a la orden, Lahm pasó al lateral derecho y desde ahí se transformó en salida constante para la ofensiva.
- Depredadores -
Toni Kroos ha sido el motor de la ofensiva alemana. Asistidor por excelencia y encargado de ejecutar, con precisión de cirujano, todas las pelotas quietas, el talentoso volante no tuvo su mejor partido en la final ante Argentina.
Incluso cometió un error que pudo costarle muy caro a Alemania cuando asistió por error a Gonzalo Higuaín pero el 'Pipita' falló de manera poco creíble el gol cara a cara con el portero Manuel Neuer.
Y Thomas Müller es un depredador insaciable que constantemente busca el arco contrario. Este domingo, si bien no pudo convertir, fue la principal arma de ataque del conjunto germano.
Con solo 24 años de edad, Müller lleva anotados diez goles en los Mundiales, cinco en Brasil-2014 y cinco en Sudáfrica-2010, donde fue el máximo goleador junto a Wesely Sneijder, Diego Forlán y David Villa.
Pero como todo gran equipo que se precie de tal se forma de atrás para adelante, Alemania también posee un arquero extraordinario, Manuel Neuer, también de la camada de jóvenes, que además de atajar pelotas imposibles tiene un manejo del balón con sus pies no habitual en los arqueros europeos.
Con todas estas figuras, que Löw ha sabido unir para que el equipo se imponga a las individualidades, Alemania llevó a su objetivo, el tetracampeonato mundial.
Tarea cumplida.