Hay revoloteo de sotanas en el mismísimo Vaticano, oran, piensan, se detienen, piden al Altísimo, se reunirán -supongo- implorando consejo y ayuda al Espíritu Santo. Pero lo cierto es que hay que dar una solución al tema: "Legionarios de Cristo". El abogado José Bonilla desde Méjico informa que de las averiguaciones e investigaciones que se llevan a cabo en la Suprema Corte de Justicia del Distrito Federal de Méjico, a la muerte del fundador de los Legionarios de Cristo, andan por ahí sueltos, a la "paz de Dios" o en los cepillos de pedir, unos veinte mil millones de euros y a alguien deberán corresponder. El fundador de la tal congregación el padre Marcial Maciel, (foto) español, españolazo y olé, fue juntando un poquito por aquí, otro milloncito por allá y de Cancún a Guanajuato, pasando por Acapulco, entre mariachis y tequilas embolsó una fortuna, con su buen hacer y aduciendo una enfermedad que le aquejaba, y, parece, ablandaba el alma caritativa, particularmente de las señoras de buena posición social. Léase: ricas, millonarias, con posibles. y treinta etcéteras más.

Marcial Maciel, fundador de los "Legionarios de Cristo" amasó una fortuna calculada en veinte mil millones de euros. Más de lo que factura Repsol YPF en un año

El prelado iba pregonando -no se sabe si en "secreto de confesión" o a viva voz desde los púlpitos- que padecía para su desgracia una enfermedad que le provocaba hiperproducción de esperma y que como consecuencia de ello, sufría trastornos en su próstata (como táctica de ligue, que tomen nota los tigres de discoteca) . Y claro, no era cosa de andar desparramando por ahí el semen como quien siembra a voleo margaritas en un jardín, ni practicar algo tan deleznable y pecaminoso como el onanismo. Las señoras conmovidas por su infortunio, accedían a yacer con el padre Maciel y de paso dejar para la Santa Madre Iglesia sus bienes. No se sabe muy bien qué relación hay entre una y otra cosa. Lo cierto es que el fraile bigardo se encontró de pronto con la friolera de veinte mil millones de euros en propiedades y acciones y con seis "retoños" (reconocidos) que se disputan la herencia del padre (y nunca mejor aplicado el vocablo) Pero -y esto es lo que ya no huele bien- el Vaticano manda un "ejército" de clérigos expertos en Derecho Canónico, Civil, Penal, Comercial, de Familia y lo que haga falta para iniciar una investigación, ya que el padre Maciel, quizá debido a su incontinencia seminal, practicaba -cuando se aburría- la sodomía y la pederastia. Pero resulta que el fundador de los Legionarios de Cristo falleció hace ahora un año. Se elevó a los altares del cielo no sin antes hacerse construir un mausoleo en Roma valorado en 50 millones de euros. Y si el fundador de tan noble congregación ya no está en este mundo, en este valle de lágrimas con crisis económica global y pandemia de gripes y de sidas varios. ¿Qué hay que investigar? Bien le viene una excomunión post mortem y ya está ¿Qué hace la Conferencia Episcopal Española enviando a Monseñor Ricardo Blázquez Pérez a la cabeza de ese contingente de clérigos para la investigación?. ¿Movió un dedo el Santo Padre en investigaciones y sumarios ante el actual presidente de Paraguay, ex-obispo al cual le aparecen ahora más hijos que a un cantante pop superventas?. ¿Hizo algo el Vaticano cuando se descubrió el escándalo de pederastia protagonizado por sacerdotes en Estados Unidos?. ¿No huele mal que ahora se envíe a husmear entre lo sucedido a Monseñor Blázquez?. Ay, Señor, Señor, qué cruz. Y a mí que me huele que Blázquez y los enviados del Vaticano vienen en busca de otra cosa y no de la verdad de lo que sucedió. Si ya no está aquí el fraile bailón, dejémosle en paz. Que descanse don Marcial en la paz del Señor. Y mañana una oración por su eterno descanso y ya está.