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¿Quieres Añadirle Años A Tu Vida?, Entonces, ¡Lee Esto!

18/09/2020 11:46 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

A decir verdad, llega un momento en nuestras vidas en que deseamos poder prolongar lo más posible nuestros años. ¿Te ha pasado?; entonces este artículo es para ti porque en él te brindo algunas reflexiones que pueden ayudarte a lograrlo

Parece pretencioso poder contestar a esta pregunta.

Sin embargo, desde antaño los hombres han tratado de hallar la fuente de la juventud y se han visto atraídos por la “vida eterna”.

¿Por qué?

Porque, a decir verdad, llega un momento en nuestras vidas en que deseamos poder prolongar lo más posible nuestros años.

¿Te ha pasado?; entonces este artículo es para ti porque en él te brindo algunas reflexiones que pueden ayudarte a lograrlo.

 

El día 2 de octubre del 2017 se dio a conocer al mundo el premio Nobel de fisiología o medicina.

Esta vez le fue concedido a tres científicos: Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young por sus descubrimientos sobre los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano, rama científica que pertenece a la cronobiología.

¿Qué significa esto?

Durante muchos años hemos sabido que los seres vivos poseemos un reloj biológico interno que nos ayuda a anticiparnos y adaptarnos a los ritmos regulares de la vida.

¿Cómo funciona este reloj?

Los descubrimientos en cronobiología explican cómo las plantas, los animales y los humanos adaptamos nuestros ritmos biológicos para que se sincronicen con el ritmo solar, lunar y terrestre.

El reloj interno regula funciones esenciales, como los niveles hormonales, el sueño, la temperatura corporal y el metabolismo.

¿Qué importancia tiene esto?

Nuestro bienestar se ve afectado cuando se produce un desajuste temporal entre nuestro entorno y este reloj, por ejemplo, cuando viajamos a otro país donde los horarios no son a los que estamos habituados.

Pero esto va mucho más allá que un simple desfasaje en los horarios.

También hay indicios de que la discordancia crónica entre nuestro estilo de vida y los ritmos biológicos se asocia a un mayor riesgo de sufrir varias enfermedades y a la perdida de nuestra salud.

En el organismo humano los relojes biológicos Influyen en la mayoría de las complejas tareas que realizan el cerebro y el organismo. El conocimiento de los mecanismos de sus funcionamientos nos ayuda a entender el debut y desarrollo de padecimientos como:

Los cronómetros celulares pueden decidir incluso cuándo se apaga nuestro tiempo y morimos.

Se ha descubierto, no sin sorpresa, que el organismo depende no solo del reloj cerebral, sino también de numerosos relojes locales que se sitúan en el hígado, el páncreas y otros órganos, además de en el tejido adiposo.

Si cualquiera de ellos deja de estar sincronizado con el central, el desajuste puede favorecer el desarrollo de muchas enfermedades.

Uno de los hallazgos más sorprendentes ha sido comprobar que, en la obesidad, tan importante es lo que comemos como el momento del día en que lo hacemos.

Por supuesto, el funcionamiento de los relojes biológicos no explica todos los aspectos de estas complejas patologías, pero ignorar los relojes del organismo va en detrimento nuestro.

La comprensión de estos ritmos podría cambiar por completo el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, ayudar a las personas a mantener la salud y prolongar la vida en esta forma.

Ahora bien, la pregunta de los 600 es esta:

¿Por qué se alteran con frecuencia nuestros relojes biológicos? 

Por la mente.

Todo parece indicar que es la mente la que no permite que estos relojes biológicos cumplan de forma natural con sus funciones.

No estamos confinados solo a lo que llamamos la burbuja del “yo”, estamos conectados de una manera misteriosa con la Existencia

Cuando, por ejemplo, comes sin tener hambre, o te obligas a dormir sin que el cuerpo lo pida, o llevas un tren de vida que te deja exhausto y agotado; estás alterando esos relojes biológicos.

Nos hemos impuesto ritmos y horarios de sueño, de comida, de actividad sexual, etc., que no están en armonía con esos relojes naturales y que obedecen más a los deseos de la mente.

Desoímos al cuerpo en aras de la mente. Y las consecuencias se traducen en:

  • envejecimiento prematuro,
  • enfermedades tempranas,
  • malestares físicos
  • y pérdida del bien estar con la vida.

El emperador romano Julio César decía, no sin razón: “Los hombres creen gustosamente aquello que se acomoda a sus deseos”.

¿Quieres un dato curioso?

Muchos creen que el desayuno es la comida más importante del día, más el origen de esta creencia se remonta al siglo XIX cuando James Caleb Jackson y John Harvey Kellog hicieron circular esta idea para incrementar las ventas del nuevo cereal de desayuno inventado por ellos.

ACLARACIÓN: Esto no niega en ningún momento que el desayuno sea importante, ¿de acuerdo?

Traigo a colación este dato para significar que no acabamos de comprender que antes de ser seres sociales, somos seres biológicos y antes de ser seres biológicos, somos seres existenciales.

Lo biológico y lo social están supeditados a lo existencial, a lo universal, a la conexión con el Todo, pero lo olvidamos con frecuencia y creemos que somos el ombligo del mundo.

No estamos confinados solo a lo que llamamos la burbuja del “yo”, estamos conectados de una manera misteriosa con la Existencia, pero hemos dejado de sentir esta conexión porque estamos demasiado entretenidos con la filosofía de la mente de que el fin justifica los medios.

Y en aras de esta filosofía no respetamos a la Vida. Sin embargo, al final, la Vida ríe y nos muestra lo insensatos que hemos sido acortándonos el tiempo en esta forma.

A la intuición; es decir, a eso que llamamos “sexto sentido”, o presentimiento, o “eso que sentimos pero que no podemos explicar”; se le ha condenado con el supuesto argumento de que somos seres racionales.

Más déjame decirte que cuando somos capaces de darle uso a la intuición, justamente como lo hacen los niños; es que estamos en mejores condiciones de quitar los velos que ocultan los grandes misterios de la Vida y de darnos cuenta que las cosas “ordinarias”, esas en las que normalmente no nos fijamos, ni le damos importancia; son precisamente las más extraordinarias.

Es comprensible que grandes sabios como Cristo coincidieran en decir que la dimensión de la armonía y la dicha plena (El Reino de Dios), pertenecían a aquellos que pudieran ser como los niños.

Permite que termine con esta reflexión de Elbert Hubbard, escritor, artista y filósofo estadounidense:

“Las inteligencias poco capaces se interesan en lo extraordinario; las inteligencias poderosas; en las cosas ordinarias”.  

Y tú: ¿A qué le estás prestando más atención?

Déjame saber tus experiencias al respecto e imagina cuánto puedes ayudar a otras personas si compartes esta información.

MUCHAS GRACIAS.


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