En estas nuevas entregas, Rocío Carrasco relata cómo sucedieron el divorcio entre ella y Antonio David Flores y los posteriores sucesos que marcaron su vida, una decisión personal que tomó después de sufrir el desamor y las constantes humillaciones y maltratos a las que la sometía el que años atrás parecía ser el amor de su vida, el hombre por el que dejó su dorada vida en La Moraleja.

Todo, según el crudo relato de la hija de La más Grande, que asegura que aquel ordinario y premonitorio “te vas a cagar” se hizo realidad, cuando la respuesta de Antonio David Flores se tradujo en venganza contra la petición de divorcio, una tragedia siciliana con tintes de vendetta, en la que habrían de participar personajes de siniestra estampa.

"Yo no he sido infiel a Antonio David jamás en la vida"

Es lo que atestigua Rocío Carrasco en esta entrega del documental, para desmentir todos los rumores que la señalaban como jugadora de varias barajas en el juego del amor, en este escabroso terreno la frontera entre Antonio David Flores y Fidel Albiac siempre quedó poco delimitada por las brumas de la duda. 

2001, una odisea en los tribunales podría haberse titulado aquella película que comenzó a rodarse en los tribunales y los platós, después de que ella tomara la decisión y que sigue dando tantos capítulos como la saga de Star Wars. Porque 25 años después sigue más vigente que nunca, la herida supura como un volcán y desata pasiones, removiendo conciencias y despertando en la opinión pública una fuerte polémica entre “Rociístas” y “Antoniodavistas”, unos que sí te creen hermana y otros que la llaman la bien pagá. 

Rocío Carrasco cuenta con su voz de mujer rota por la vida, cómo aquel fatídico verano se abrieron de para en par las puertas del linchamiento mediático con el que se intentaba adjucarsele la etiqueta de mala madre. 

Asegura que ella comenzó su relación con Fidel Albiac meses después de conocerlo y que no se lo arrebató a la que era su novia, Rocío Mestre, que a la postre era amiga suya. 

“Con él llegó el amor y la comprensión. Llegaron muchísimas cosas buenas"

Nos cuenta que su madre, la inmortal Rocío Jurado no es que no apreciara a Antonio David Flores, sino que le tenía un miedo cerval, parece ser que algo maligno veía en aquel hombre y temía por su hija, dice, literalmente que “estuvo acojonada durante todo el tiempo que ese señor estuvo en mi vida”, sin duda algo difícil de interpretar cuando se habla de un carácter tan fuerte como tenía la Jurado.

Continúa el serial, el debate, la pasión desatada, domingo a domingo. Rocío Carrasco ha convertido en oro el silencio que guardó durante tanto tiempo

Aquellas acusaciones de Tómbola eran pura misoginia

Programa tras programa se la acribillaba, acusandola de infidelidades, sirvió de carnaza para la televisión del espectáculo circense, Rocío Carrasco echada a los leones para ser devorada frente al público, las exclusivas dan dinero, pero consumen a quien las vende, cuando tu vida tiene precio, eres esclavo de quien la compra.

Y por si no bastaban los escarnios, la desgracia se cebó más aún, en forma de accidente.  

"Mi familia culpó a Fidel del accidente y le echaron del hospital porque pensaron que yo no iba a salir viva. Si no, no tienen cojones para hacerlo. Eso no se hace con nadie".

A viva voz, lo cuenta con dolor, parece resentida, ya que siente amada por Fidel Albiac y en aquel momento le dieron un trato que nunca recibió Antonio David Flores, huellas de un pasado lejano que no borran las aguas del mar del presente.

También cuenta cómo sacaron de la casa a Fidel y que para colmo de males, Antonio David Flores se presentó en el hospital con la intención de hacer caja y rentabilizar el momento, cosa que consiguió, sin que nadie de su familia lo impidiese. 

La infamia es la peor herida cuando los malos ganan la partida.

Todas aquellas cosas dejaron amargo reguero y tuvieron consecuencias, como que Rocío Carrasco cambiase la relación con su padre, enfriandola, daños colatelaterales añadidos a esta triste historia.

Y si faltaba algo, llegó al circo un personaje que muchos tachan de siniestro, el abogado Rodríguez Menéndez, que representó a Antonio David Flores y puso un panfleto llamado Dígame al servicio de éste para difamar a Rocío Carrasco. Justo es señalar que el letrado estuvo fugado de la justicia con muchas causas penales pendientes y una fama de mafioso que le precede y próximamente será juzgado por nueve delitos y se enfrenta a una pena de 49 años.

¿Justicia divina?

Pero hay que ser ecuánimes, estamos escuchando una parte, quizás lo más justo sería poder ver el testimonio enfrentado de los dos. 

2001, una odisea en los tribunales podría haberse titulado aquella película que comenzó a rodarse en los tribunales y los platós. Aquellas acusaciones de Tómbola eran pura misoginia

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