Al igual que como ocurrió en las PASO, el ausentismo en las elecciones legislativas 2021 en Argentina alcanzó cifras nunca antes vistas.

Libertarios, neoliberales, keynesianos y trotskistas no son suficientes para gran parte del electorado que no se sienten identificados con niguno de los partidos del sistema, ya sea porque la derecha no es nacionalista o porque la izquierda no es comunista; todos los partidos del espectro político terminan cumpliendo con la agenda globalista impuesta desde las altas esferas del poder mundial, y eso se traduce en una creciente masa de ciudadanos que ya no creen en la falsa disidencia bipartidista que deja a la vista una verdad incuestionable: todos los diputados y senadores que entraron al congreso votarán a favor del apartheid sanitario tal como votaron a favor del aborto y del gaymonio en el pasado.

Ya no importa si los candidatos son "de derecha" o "de izquierda"; en Argentina hemos visto libertarios haciendo campaña con bozal al grito de "testeos y vacunación masiva", la "oposición de izquierda" coincidiendo con los burgueses capitalistas de la Unión Industrial Argentina a la hora de usar a los trabajadores como ratas de laboratorio para que reciban la inyección experimental transgénica de ARNm (sin importarles los efectos adversos letales), y un progresismo oficialista que se endeuda con el FMI tal como lo hizo la "oposición de derecha" cuando fue gobierno.

Ese porcentaje de ausentismo son aquellos ciudadanos que no olvidan que la ley de legalización del aborto fue presentada por el entonces ministro de salud Adolfo Rubinstein del gobierno de Macri, con lo cual la izquierda progre aplaude con bombos y platillos una ley de gestanticidio eugenista impuesta por un gobierno de derecha a tono con las normativas de entidades financieras supranacionales y gobiernos imperialistas del primer mundo.

No es creíble el Frente de Izquierda cuando dice "no al FMI", para acto seguido votar a favor de leyes sionistas, abortistas, homosexualistas, feministas, y vacunación experimental en humanos, tal como ordena precisamente el FMI y demás organismos supranacionales del mas crudo capitalismo imperialista.

Tampoco es creíble un "Partido Libertario" que habla para la tribuna oponiéndose a la "cuarentena cavernícola" para acto seguido hacer campaña con bozal al grito de "testeos masivos y vacunación masiva", demostrando que la agenda de los confinamientos (recesión y represión), hisopados (manipulación y falsificación) y vacunación (experimentación y exterminación) no son para nada "políticas exclusivas de la izquierda para imponer el comunismo mundial", sino mas bien todo lo contrario: políticas de represión y control poblacional exclusivas de una dictadura capitalista mundial, con la cual la izquierda coincide plenamente porque de tanta "deconstrucción" ya no le queda ni un rastro de marxismo revolucionario a esa izquierda que prefiere quedarse en su zona de confort militando cada nueva bajada de línea que provenga desde los altares del gran capital financiero transnacional.

Repasemos unos números para ver el panorama electoral:

34 millones padrón electoral total (votantes totales)

24,4 fueron a votar 

10 millones ausentismo (no fueron)

1, 1 millón voto anulado y blanco

La sumatoria de voto en blanco, anulado, y ausentismo supera al porcentaje obtenido por cualquiera de los partidos políticos

TOTAL VOTOS:

- Anti-Sistema (gente que no cree en ningún partido político)

11, 1millones 

- Juntos por el Cambio (macrismo)

9, 7 millones 

- Frente de Todos (kirchnerismo)

7, 7 millones

RESULTADOS:

*En base a los positivos (como se calculan los ganadores)

- 1°) Voto Anti Políticos/Anti-Sistema = 45 % de los votos positivos 

- 2°) Juntos por el Cambio = 42 %

- 3°) Frente de Todos = 33%

* En base a el padrón total (como era antiguamente o debería ser)

- 1°) Voto Anti Políticos/Sistema = 33 % de los votos positivos 

- 2°) Juntos por el Cambio = 28 %

- 3°) Frente de Todos = 22 %

En cuanto a las fuerzas minoritarias, la derecha libertaria y la izquierda trotskista se disputan la cocarda de “tercera fuerza nacional”; por un lado los trotskistas anuncian con bombos y platillos que ellos son la tercera fuerza nacional por haber obtenido 25% de los votos en la provincia de Jujuy y haber metido apenas 4 congresistas al parlamento, pero lo cierto es que en el resto de las provincias obtuvieron un tímido 8% o incluso mucho menos (lo cual es habitual para la izquierda trotskista, que prácticamente nunca alcanza votos porcentuales que lleguen a las dos cifras).

Concretamente en los distritos electorales más numerosos, que son Capital Federal y Provincia de Buenos Aires, el trotskismo perdió a manos del libertarismo con una amplia diferencia. Particularmente en la ciudad de Buenos Aires el candidato anarcocapitalista Javier Milei obtuvo 10% de los votos por encima de la candidata feminista trotskista Myriam Bregman, lo que sigue demostrando que la izquierda trotskista está siendo duramente aventajada por la derecha libertaria como “fuerza política de oposición al sistema” (pese a que ninguno de los dos lo es realmente, ya que ambos candidatos, Milei y Bregman, pertenecen al mismo lobby sionista y ambos son militantes de la vacunación transgénica experimental que ambos pretenden imponer de modo masivo a toda la población, coincidiendo con los dos partidos dominantes a la hora de militar a favor de los mandatos de biopolítica malthusiana y capitalismo farmacéutico que bajan línea desde el Foro de Davos, Bill Gates, George Soros, y demás lobbistas de la élite capitalista multinacional a los que todos los partidos políticos de derecha a izquierda obedecen por igual).