Una de las compañeras fue empujada por las escaleras y tiene lesiones en la espaldas y otros de ellos sufrieron daños en sus equipos y van a presentar las correspondientes denuncias

La Asociación de la Prensa de Granada (APGR) y la Asociación de Periodistas-Asociación de la Prensa de Almería (AP-APAL) denuncian y condenan las agresiones sufridas por varios compañeros de los medios de comunicación en la cárcel de Albolote (Granada), a la salida de la prisión de Juan Enciso, alcalde de El Ejido, uno de los imputados en la Operación Poniente.

Las dos asociaciones de periodistas de Granada y Almería quieren denunciar los graves hechos que se produjeron ayer por la tarde en la puerta de la prisión de Albolote, en Granada, ante la salida de la cárcel del alcalde ejidense Juan Enciso. Varias personas del entorno familiar, político y de amistad de Enciso comenzaron a insultar, zarandear e, incluso, golpear a periodistas, reporteros gráficos y cámaras de televisión. Una de las compañeras fue empujada por las escaleras y tiene lesiones en la espalda. Otros sufrieron daños en sus equipos y van a presentar las correspondientes denuncias. El altercado se zanjó por la intervención de varios agentes de los cuerpos de Seguridad del Estado, que tomaron declaración a varios de los presuntos agresores y pidieron al alcalde de El Ejido y sus acompañantes que se marcharan cuanto antes.

Consideramos intolerables este tipo de actitudes. Los periodistas no somos "chorizos" ni "delincuentes", tal y como gritaron ayer. Nos limitamos a cumplir con nuestro trabajo de informar con rigor, objetividad y nadie puede intentar menoscabar por hacerlo primero, la libertad de información, segundo, nuestra profesionalidad y, tercero, nuestra integridad física y moral.

La AP-APAL y la APGR hacen un llamamiento a la calma y a la serenidad en momentos de tensión, y recuerdan, como ya lo hizo la Asociación almeriense hace unos meses, que, según el ordenamiento jurídico de nuestro país, todos somos iguales ante la Ley, nadie tiene patente de corso y, de la misma manera que debemos respetar la presunción de inocencia para cualquier persona imputada por los Tribunales, los periodistas tienen el derecho de informar en libertad, en paz, y sin sufrir agresiones ni presiones de ningún tipo.