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Una mujer, sobradamente preparada, se somete a una entrevista de trabajo y le ofrecen trabajar de "señorita de compañía"
Cuando entró la empresa tenía 18 años, muy buena presencia y un cuerpo de bandera, le dieron el cargo de "Secretaria del señor Supergerente" y el mejor despacho que tenía la empresa. Dos años más tarde, cuando tenía la edad de 20 y un cuerpo "muy bonito" la rebajaron al cargo de "Secretaria del señor Gerente" en un buen despacho, pero no tan bueno como el que tenía antes. Cuatro años más tarde, con 24 años y un cuerpo "bonito" la volvieron a rebajar el puesto de "Secretaria del señor Subgerente", con un despacho más modesto que el que tenía antes.
"Los hombres prosperan en el trabajo mientras que las mujeres seguimos el mismo camino pero en sentido contrario, está claro que somos sexos de signo diferente"
Y así sucesivamente, la van degradando con el paso del tiempo hasta que a los 40 años le dan el cargo de "Secretaria del chico encargado de llevar los cafés" que (evidentemente) no tenía ni despacho.
El monólogo concluye diciendo:
"Los hombres crecen y prosperan con el paso del tiempo en el trabajo mientras que las mujeres seguimos el mismo camino pero en sentido contrario, está claro que somos sexos de signo diferente".