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El PP sigue provocando la crispación para enfrentar al “personal”. Eso le puede suponer, una vez más, la derrota electoral para el 2012. Porque ningún político de mierda hace tonto al ciudadano
Isidro Suárez, Tipógrafo del Far West
Y con gran gozo, este Tipógrafo del Far West despide las fiestas navideñas y religiosas sin ninguna devoción católica, apostólica ni romana, de las cuales, y tantas otras, no es en absoluto devoto, pero sigue respetando profundamente a las personas que las devoran dejando mucha pasta gansa en ellas. Qué bien… Pero este que suscribe sí se confiesa devoto de las comilonas y bebedizos en tales fiestas invernales, de todo lo cual uno no se puede aprovechar lo que quisiera por mor de cuidar de su salud. Y, obviamente, sólo le queda al suscribiente la intencionalidad del disfrute viendo gozar a los demás.
¡¡¡Adios, Navidad del 2009/2010. Adios!!! A ver si llegamos a las siguientes fiestas navideñas sin que los políticos y los obispos de las iglesias que ocultan a los mitrados pederastas, curas, seglares, etc., sigan haciendo de las suyas campando a su libre albedrío sexual, prohibido por ellos a los demás mortales. Y que los efectos de su manifiesta hipocresía sean contundentemente perspicuos para conocimiento de ignorantes ¿..?
Y, a estas alturas, no cabe duda de que la atracción poderosa del dinero público para los políticos es incuestionable; no así para el pueblo llano, tomado como papanatas. Las navidades no les van a hacer honrados; no les van a hacer recapacitar de que el dinero que utilizan es, incuestionablemente, de todos los españoles. Pero ellos lo manejan a su antojo y en beneficio propio. Es la gozosa Navidad para los chorizos de lo público. Y seguirán repitiendo. Y nos seguiremos empobreciendo cada vez más porque aparecerán más chorizos institucionales. Se relevan entre ellos; hasta que alguno se rebele o se descuide y nos lo descubra todo.
Si uno dice lo que ve como interesado observador, porque nadie tiene derecho a prejuzgar a nadie una vez que nuestros políticos nos meten con exagerada antelación en actitudes preelectorales que se suponen para marzo del 2012, tal parece que al día siguiente de perder unas elecciones, sean generales, provinciales o municipales, cualquier partido opositor ya nos quiere implicar a todos los ciudadanos en su guerra abierta contra el rival gobernante a batir, mientras sus líderes, sobre todo los del PP, se toman un café o una copa en el bar de la esquina o en del Congreso para festejar tales hazañas.
El Tesoro Público, tanto si es nacional, provincial o municipall, es muy goloso. Los ladronzuelos de lo público (del pueblo) también se visten de frac, de uniforme, de traje de encargo a medida, de pana o de mahón. Ya los hemos podido ver recientemente a derecha e izquierda. Los valencianos saben mucho de eso y del pesebre de lo público ¿..?
Es una ardua tarea intentar ser lo más justo posible una vez metido en los escasos saberes de las miserias humanas sobre lo que nos puede ocupar ahora por mor de que unos políticos de mierda se empecinen todavía en resucitar a las dos españas enfrentadas embadurnándonos indiscriminadamente con su reiterada crispación con la única intención, como siempre, de enfrentarnos entre nosotros hasta el hastío pretendiendo pescar en un río revuelto ideológico que ellos siguen enturbiando con las cenizas de la hoguera de odios ideológicos atizada por los mismos que animan el ruido de sables y botas de media caña en fechas que mejor les convengan a sus espurios intereses tan alejadas de las elecciones generales.
Todo está basado a golpe de politiqueo chusco del “tú más que yo” o del “yo más que tú” utilizando también vocablos de los verbos inferir y denostar por algunos recurrentes políticos de inficionados cerebros carentes de elocuencia y decoro que brujulean una política de intrigas y bajezas. Todo porque no tienen otra cosa que hacer hasta el 2012, año que nos traerá unos comicios que la oposición desea codiciosamente apresurar con una guerra ya abierta para sorpresa de la gran mayoría de los votantes que, llegado el día, lo encontrarán demasiado manido y no acudirán a las urnas porque las descalificaciones graves también son motivo de crispación . Y es que cada grupo político, más que nada, lo que ansía son las llaves del reino de la Hacienda Pública. Al presidente de la Comunidad Valenciana, Camps y amiguetes, les vendría de maravilla. Son un ejemplo a seguir para los chorizos políticos.
...cualquier político que se precie debiera de abstenerse de vomitar gratuitamente graves descalificaciones contra el contrincante por el mero hecho de ansiar la poltrona,
A pesar de todo, uno no deja de meditar estrujándose los sesos por qué unas opciones políticas tienen que ser peor que otras en una democracia, ya que la alternancia es por excelencia la fecundante de ésta. Sin alternancia no tiene sentido ningún demócrata que se precie. Pero no se precian. Son un calco de un dictadorzuelo tercermundista americano con toda su prole de familiares y amiguetes viviendo a costa del pueblo sometido.
Y sin alejarnos mucho, aquí en Avilés, los que presumen de “demócratas de toda la vida” son los que más suelen incumplir con su ideario. Como aquellos que un día dijeron “digo”… para después acabar diciendo “Diego” por intereses bastardos. O sea que confunden aposta la congruencia con la incongruencia de sus acciones, o al revés. Éstos son los que verdaderamente van germinando el totalitarismo. Son el peligro verdadero de cualquier democracia que se precie. Tal es así que no siempre son los verdaderos culpables los que llevan debajo del brazo un vademécum totalitario que les recuerde cómo deben comportarse a la hora de delinquir “a lo fino”. En la política avilesina, lo subrepticio campa a sus anchas desde la izquierda-A a la izquierda-B porque les toca. Como la oca ¿..?
Los que se niegan y resisten a turnarse al amparo de las urnas utilizando martingalas dolosas -también dolorosas para el ciudadano- u otros actos que menoscaban la dignidad de sus oponentes o de sus mismos votantes, además de cachondearse de todo un pueblo, son los que socavan la democracia en beneficio de cualquier parto ideológico antidemocrático parido. La historia de esa histeria ya se conoce bien en los países hispanoamericanos. Y aquí también.
Por poco que lo intentemos, a cualquiera que presuma de mester de politiquería podemos guiparle su capacidad de prestidigitar nuestros intereses; se le puede fiscalizar lo que el pueblo deja en sus manos; nos puede entusiasmar; lo podemos desdeñar; si queremos pasar de él, lo hacemos; y también, cómo no, podemos votarle o no... Todo eso y más porque está dentro del juego democrático. Pero… el pueblo siempre aprecia que los contendientes guarden las formas envainando las armas dialécticas utilizadas fuera de contexto. Que de esto último, el Partido Popular sabe bastante. Diríamos que se está luciendo hasta ahora. Y por eso le van creciendo los enanos ¿..? Sin pretender sentar cátedra sobre ética y moral, en general, cualquier político que se precie debiera de abstenerse de vomitar gratuitamente graves descalificaciones contra el contrincante por el mero hecho de ansiar la poltrona, el bastón de mando o el pesebre consistorial. En política no debiera valer todo y cualquiera, porque a los ciudadanos se les puede engañar una vez, dos, tres o varias veces más; pero no siempre.
Y los mandamientos, en política, tendrían que ser dos, con sendas introducciones que se estudiarían en su momento: No robar al Erario Público, como el primero y más importante; no presentarse más a unas elecciones sin haber cumplido las promesas hechas a los ciudadanos en los mítines, como segundo mandamiento en importancia para la ciudadanía. Y más que se nos ocurrieran para protegernos de los sinvergüenzas vividores de la política. Porque el pueblo, que es más inteligente de lo que la mayoría de los políticos y sus intelectuales piensan, sabe discernir lo bueno de lo malo; de lo peor y de lo mejor. O sea, todo porque los políticos tienden a creer que el pueblo es imbécil ¿..?
Por parte de este espermatozoide en fase formativa y evolutiva, que suele tener muy mala opinión de la clase política actual, también sugiere tomar nota de su reiterada sentencia: “Todo lo que sube, baja; si no baja, siempre hay algo o alguien que lo precipita” ¿...?