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Las auditorías de la Generalitat y Deloitte sobre las cuentas del Palau todavía no tienen contabilizados los supuestos 'bonus' que Millet y Montull se habían autoadjudicado. Los responsables del Palau dijeron que tiene que ser el juez quien determine si era legal cobrar estas "nóminas encubiertas".
El director general de la institución, Joan Llinares, explicó en rueda de prensa que Millet y Montull cobraron en 2008 y parte de 2009 cantidades "no justificadas" y no amparadas por los estatutos de la entidad.
De hecho, en la confesión, Millet admitió haber cobrado 800.000 euros y Montull, 200.000, amparándose en el artículo 35 de los estatutos, según Llinares, aunque este artículo es el que habla de la disolución de la entidad.
Así, mientras que en 2007 Millet cobró poco más de 273.000 euros, en 2008 fueron 1, 4 millones de euros. Jordi Montull cobró casi 170.000 euros en 2007 y más de 474.000 al año siguiente. Su hija, Gemma Montull, directora financiera, pasó en un año de cobrar menos de 70.000 euros a casi 119.000.
En 2009, los tres habían "consolidado" estos salarios y cobraban tanto del Consorci como de la Fundació, algo que no estaba permitido ni se había acordado en la junta. "No tenía ningún soporte legal ni orgánico", dijo Llinares.
También la ex directora general, Rosa Garicano, podría haber cobrado 'bonus' irregulares, ya que en 2007 cobró 181.000 euros, en 2008, 197.000, y en 2009 habría cobrado más de 300.000 si hubiera seguido en el cargo.
Llinares se mostró convencido de que algunos de estos 'bonus' serán superiores cuando se puedan analizar todos los documentos incautados por los Mossos d'Esquadra y se puedan cruzar los datos con los peritos judiciales que también auditan las cuentas.