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Las denuncias de tráfico caen en la Guardia Civil hasta el 90%
Se extiende como una mancha de aceite. La huelga de bolis caídos, como es denominada por los medios de comunicación a la caída en picado de las multas de trafico, se esta generalizando por todo el país. AUGC cifra, en estos momentos, en cerca de doscientas mil multas menos las efectuadas por los efectivos de la Guardia Civil de Tráfico, en el mes de junio, en comparación con junio de 2009 y la provincia de Granada no es una excepción como ya ocurrió en enero de 2007...
AUGC ha venido advirtiendo al Ministerio de Interior del clima de frustración y desmotivación que esta provocando en el colectivo de guardias civiles la cerrazón de sus mandos y responsables políticos a avanzar en la mejora de las condiciones laborales del colectivo mediante una jornada laboral digna y homologada al resto de cuerpos policiales. Esta reivindicación, perfectamente asumible y razonable, sigue sin ser atendida por el Ministerio de Interior y la Dirección General de la Guardia Civil y la Policía dice seguir estudiándola. Hay que recordar que el pasado día 10 de julio cientos de guardias civiles se manifestaron por todo el país reclamando una jornada laboral digna y que AUGC ha convocado una gran concentración en Madrid, tras el verano, si no se atiende esta petición unánime de los guardias civiles.
El termómetro anímico del colectivo de guardias civiles se puede medir, en este contexto, por la denominada huelga de bolis caídos que no es otra cosa que el resultado de la desmotivación y sensación de olvido institucional de unos funcionarios que son considerados como tales cuando vienen mal dadas pero a los que no se les aplica la misma vara de medir cuando de sus condiciones laborales se trata. La moral esta por los suelos. Nos sentimos abandonados y ninguneados por nuestros mandos y responsables políticos. Desde AUGC, desde luego, no nos extraña esta situación de bolis caídos y hacemos únicos responsables de la misma a la nula voluntad del Ministerio de Interior de mejorar las condiciones de trabajo y vida de los guardias civiles en cuestiones que si son asumibles en estos momentos y que devolverían al colectivo la confianza necesaria en que sus déficits históricos de derechos laborales están siendo abordados y resueltos de una vez por todas.
Por último, los ciudadanos y ciudadanas pueden estar tranquilos. Estén seguros de que los guardias civiles de tráfico van a velar, en estos días próximos, por su seguridad y van a estar más atentos, si cabe, a concienciarles de sus obligaciones viarias.