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Un ejemplar de ballena gris, de unos 16 metros, fue localizado en el puerto El Atlántico se quedó sin poblaciones en el siglo XVIII por culpa de la caza excesiva
Un ejemplar de ballena gris, un cetáceo que se daba por extinguido desde hace dos siglos en aguas del Atlántico y del Mediterráneo, fue avistado el pasado domingo cerca de la bocana del puerto de Barcelona. La silueta de la aleta caudal, fotografiada con claridad, «descarta cualquier otra posibilidad», explica Manel Gazo, director de la asociación Submon y profesor de la Universitat de Barcelona (UB). La historia de la insigne ballena es fascinante.
La ballena gris avistada en Barcelona desde un barco naturalista, el pasado domingo, con la bocana del puerto arriba a la derecha. rodrigo barahona
Gazo recibe una llamada. «Manel, hemos visto un cachalote en el puerto –le comentan los tripulantes del barco Onas, que colabora con Submon en tareas científicas–. Te mandamos una foto para que lo compruebes». La hipótesis del cachalote era la más plausible, pues ocasionalmente se avista algún ejemplar cerca de Barcelona, pero en esta ocasión no se impuso la lógica. Cuando Gazo, biólogo experto en mamíferos marinos, observó con detalle el animal, vio que se trataba una ballena gris o Eschrichtius robustus. La especie figura en los manuales como un cetáceo exclusivo del Pacífico porque en más de 200 años no se ha visto ningún ejemplar en el Atlántico.
DE PASO POR TEL AVIV / En mayo, investigadores israelís informaron de que habían detectado un primer ejemplar frente a las costas de Tel Aviv. En opinión de Gazo, no es que de golpe haya renacido una población estable de ballenas grises en el Mediterráneo. «Sinceramente, creemos que es la misma que se vio en Israel», explica. En apenas 20 días ha recorrido un mínimo de 3.000 kilómetros. «Debe de ser un animal solitario que se ha extraviado», añade el biólogo.
La única explicación posible es que se trate de un animal procedente del Pacífico que encontró un paso libre de hielo a través del norte de Canadá. Aunque nunca se podrá determinar la ruta exacta, lo cierto es que el paso del Noroeste, que discurre a través del Ártico, ha permanecido abierto en verano en los últimos años debido a la fusión de los hielos. Luego, el animal habría transitado por la costa occidental de Europa y, finalmente, habría cruzado el estrecho de Gibraltar. Las ballenas grises son cetáceos acostumbrados a grandes migraciones, pero la actual excede toda normalidad.
Hay otra dos posibilidades, pero se antojan peregrinas, prosigue el biólogo de Submon: la primera es que la ballena gris llegara desde el mar Rojo, a través de Suez, y la segunda que se trate de un representante de una población atlántica inadvertida hasta ahora, algo muy difícil teniendo en cuenta que estos cetáceos miden 16 metros de largo.
NÚCLEOS AISLADOS / Hoy en día hay dos poblaciones de ballenas grises en el norte del Pacífico: una en el lado asiático, en los alrededores del mar de Ojotsk, y otra en el lado americano, entre Alaska y Baja California (México), donde constituyen un atractivo turístico. Se calcula que quedan unas 20.000 entre ambos núcleos. Una tercera población habitaba la costa atlántica de América y Europa hasta el siglo XVIII, pero la caza masiva con arponeros acabó con ellas. Los arqueólogos han encontrado fósiles en el Mediterráneo, donde las ballenas probablemente venían a reproducirse.
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