Cada palo que aguante su vela, podríamos comenzar para dar nombre a esta injusticia. De nuevo una gran entidad financiera pretende aprovecharse de los más débiles, los ancianos. ¿Cómo? Al parecer, el "compromiso bancaja" no incluye entre sus cláusulas la gratuidad de la renovación de la Visa a débito. De tal forma que sus "queridos" clientes descubrirán con sorpresa que se les ha cobrado 12 euros sin previo aviso antes de recibir la nueva tarjeta. 12 euros por cientos de miles de clientes, calculen el importe que recaudará la caja por las buenas.

¿Creen ustedes que la mayoría de los jubilados que alberga sus cuentas en Bancaja se constatará a tiempo de la jugada?

¿La solución? Los más hábiles hallarán la forma de evitar tal atropello mediante la cancelación de la susodicha tarjeta antes de dos meses después de recibir el cargo. Luego podrán solicitar y dar de alta una nueva sin ningún coste adicional. ¿Creen ustedes que la mayoría de los jubilados que alberga sus cuentas en Bancaja se constatará a tiempo de la jugada? Hecha la ley, hecha la trampa. Ojo con Bancaja en este aspecto. Tomen nota de esta noticia y difúndanla entre sus familiares. Sus bolsillos se lo agradecerán.