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Siguiendo con el Interés General por mezclar churras con merinas y hacer ensaladilla rusa con porotos del Ecuador y guayaba de Venezuela, sin saber qué es una guayabera por parte del cocinero, terminamos comiendo Secreto Ibérico por Butifarra
Ahora que ya sabemos que Juan Luis Cebrián se queda hasta fin de año al timón del Grupo Prisa y que ha conseguido mantener a raya a sus enemigos, gracias al Socorro Azul del Partido Popular, la trama rusa pasará a ser el argumento de justificación de la derrota electoral de los españolistas en Cataluña.
Cualquiera que se lea la información de El País sobre la última reunión de accionistas del Grupo Prisa, puede llegar a la conclusión equivocada de que Cebrián ha recibido un premio por su labor al frente del grupo, cuando en realidad es todo lo contrario y queda resumido en una frase del mayor accionista del Grupo Prisa: La gestión de Cebrián no es que haya sido mala…ha sido lo siguiente.
Uno de sus enemigos, afirma en otro diario español: “Cebrián, un periodista que jugó a ser empresario al mismo tiempo que se paseaba por los despachos de políticos e intentaba poner y quitar gobiernos. Cebrián, que presumía de ser el periodista más influyente de España y, que anoche realizó una última llamada a La Moncloa para intentar salvar su cargo, también quiso ser el empresario más relevante”.
Nadie pone en duda que el diario impreso y digital, de mayor difusión del Estado español, es una maquinaria de propaganda muy importante a la hora de crear un estado de opinión generalizada en la sociedad, más si le unimos la red de emisoras de la Cadena Ser.
Con esto ha contado Juan Luis Cebrián a la hora de mantenerse al frente del Grupo Prisa, después de la caída del gobierno del PSOE, que alimentaba mediante subvenciones oficiales a todos los niveles al Grupo PRISA.
Con la llegada al Poder del PP, Cebrián se vio obligado a claudicar ante el gobierno del Partido Popular, desprestigiando a sus antiguos aliados y al Movimiento 15M a cambio de mantenerse a salvo en plena tormenta de los papeles de Panamá, agitando el ventilador de las inmundicias que terminó con la abdicación del Rey Juan Carlos.
Tras el segundo hundimiento del PSOE (Dicen algunos que gracias al Grupo PRISA) y la aparición de Podemos en el parlamento, Soraya Sáenz de Santamaría acudió en ayuda de Cebrián el cual convenció a sus viejos amigos del PSOE (Felipe González) de la necesidad de apoyar la investidura de Mariano Rajoy, a la vez que salvaba su propio pellejo.
Se piensa el ladrón que todos son de su condición, igual le pasa a los conspiradores
La historia de Cebrián ya la hemos contado en varios artículos anteriores, por si hubiera alguna duda su principal enemigo ha publicado en su periódico (El Español) una versión personal que no tiene desperdicio. (ver enlace)
La invención de la teoría de la conspiración internacional de Rusia, a la que se ha añadido días después Venezuela es fruto de la imaginación calenturienta y desesperada de Cebrián, al que Soraya Sáenz le ha pedido una implicación a fondo en la batalla perdida contra los nacionalistas catalanes, que han dejado al aire las graves carencias y defectos de los servicios de inteligencia del Estado y la nefasta gestión del problema catalán por parte del gobierno.
Ambos personajes han actuado una vez más movidos por la convicción de que los españoles son una especie de tarados a los cuales se les puede manipular desde el gobierno con el apoyo adecuado de las campañas mediáticas.
El Estado español vive un momento político complicado que se está caracterizando por la agudización de contradicciones en todos los terrenos, como consecuencia de la iniciativa catalanista.
La respuesta por parte del gobierno, ante su propia incapacidad para resolver políticamente, se ha reducido a la aplicación del método más simple: Crear un caos permanente que sirva para ocultar los escándalos de corrupción propios y ajenos, a la vez que se culpa de todo a terceros que son a su vez aliados de los catalanes.
La trama rusa va a servir de escusa para justificar el descalabro electoral que van a sufrir en Cataluña el próximo día 21 de diciembre.
Todo menos reconocer los propios errores y admitir que se han equivocado, para eso se ha creado el batiburrillo de la trama rusa.
Otra cuestión que está por explicar es la alianza de los antiguos dirigentes del partido de Jordi Pujol con el PSC convertido en sucursal del PSOE en Cataluña y el papel que está jugando Josep Borrell con la derechona.
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro