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El senador de Vermont, de 78 años, allana el camino al centrista Joe Biden, quien con toda seguridad será el candidato de los demócratas
El veterano Bernie Sanders anunció ayer miércoles que se retiraba de la carrera demócrata a la presidencia de los Estados Unidos. Sanders, de 78 años, ha reconocido que los números no estaban de su parte además de hacer referencia al frágil momento que vive el país a causa de la crisis del Coronavirus, que ya ha dejado más de 14.000 muertos y más de 430.000 contagiados.
Sanders arrancó el ciclo electoral con fuerza, empatando en Iowa contra Pete Buttigieg y ganando en las primarias en el Nuevo Hampshire y el caucus en Nevada. Sin embargo, existe una norma no escrita, que es la del supermartes; quien gana el supermartes, suele ganar la carrera presidencial. A pesar de que Sanders se adjudicó los 415 delegados del estado de California, el candidato centrista Joe Biden ganó en 10 de los 14 estados en juego. El exvicepresidente en la administración Obama será con toda seguridad el candidato del Partido Demócrata a la Casa Blanca. Si bien Sanders consiguió agrupar el voto joven y el voto latino a su causa, Biden agrupó el voto afroamericano (de su experiencia como número dos de Barack Obama) y el voto más moderado, además de tener un indudable apoyo del “establishment” demócrata.
Después de haber realizado intensos debates y mitings que en EEUU podrían considerarse anti-sistema, Bernie Sanders ha agotado la munición en el que seguramente haya sido su último intento para llegar a la presidencia. No obstante Sanders, el autodenominado socialista democrático, ya ha manifestado haber ganado en lo que a la batalla ideológica se refiere. Según el senador de Vermont, las demandas que han constituido el eje principal de su campaña -el cambio climático, la justicia fiscal y la atención médica universal-, están ahora en el centro de la agenda política. Asimismo, Joe Biden ya ha declarado que escuchará las demandas del ala más progresista, que hasta ayer se congregaba alrededor de Sanders.
Bernie Sanders ha agotado la munición en el que seguramente haya sido su último intento para llegar a la presidencia
Biden deberá ser cauteloso y complaciente con este pelotón sanderista, pues son el sector electoral que más tendencia y facilidad tiene a desmovilizarse en las urnas. Igualmente deberá hacer malabares con los votantes más centristas y con aquellos norteamericanos desengañados con Donald Trump. El actual presidente parte de la ventaja de tener un bloque electoral fiel e inalterable, a pesar de que la solidez de este bloque podría ir mermando a medida que crecen las críticas por su gestión de la pandemia del Covid-19.
La posibilidad de reelección de Trump es ahora más incierta que nunca. De momento lo único ya holgadamente conocido, es que habrá que esperar para ver a un presidente de izquierdas en la Casa Blanca.