¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Itxaropena escriba una noticia?
Un duelo que debió comenzar hace tiempo, pero me ha costado aceptar. Siempre he sido una ilusa. Me gusta ausentarme y volar con mi imaginación mientras el actual frenético ritmo de vida nos atrapa en su rutina. A veces la dejo volar demasiado
Por eso prefiero escribirlo. Por eso prefiero contarlo, porque así comprendo con más facilidad que mi duelo es una realidad.
Tengo 24 años. Pequeña de seis hermanos, un padre enfermo y con dos relaciones largas a mis espaldas. ¿Frustradas? No. No me gusta esa palabra. Tuve mucha suerte en ambas relaciones. Dos buenos hombres que me amaron hasta… que les decepcioné. Nadie se merece eso.
Pero hoy es el día en el que me doy cuenta de que si llegué a decepcionar es porque quise. Todavía no tengo claro que me impulsó a decepcionar. ¿Acaso una mezcla de egocentrismo, autocompasión e infravaloración?
No puedo negar que les amé. Que aun hoy todavía amo a D, mi expareja. Que aun hoy desearía poder abrazarle. Pero debo ser fiel a mi misma… para poder serle fiel. Esta fidelidad va a ser fruto de un reconocimiento personal. ¿He dicho re? No. Me equivoco. Es un conocimiento personal.
Ya rozo el cuarto de siglo. Sueño con viajar, conocer, desarrollar mi vida profesional. Por cierto, soy periodista. Periodista de vocación, periodista de corazón.
Bienvenidos a este dueblog.
Por cierto, se aceptan consejos, experiencias y cualquier tipo de sugerencia.