Globedia.com

×
×

Error de autenticación

Ha habido un problema a la hora de conectarse a la red social. Por favor intentalo de nuevo

Si el problema persiste, nos lo puedes decir AQUÍ

×
cross

Suscribete para recibir las noticias más relevantes

×
Recibir alertas

¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Antonio Rodríguez Jiménez escriba una noticia?

La BRIPAC tecnologiza su adiestramiento

24/10/2013 10:40 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

La experiencia de combate en Afganistán ha supuesto una especialización en el entrenamiento de las tropas basado en el uso de equipo de alta tecnología

Con siete medallas al Merito Militar con Distintivo Rojo concedidas por acciones de combate en su última rotación en Afganistán, la Brigada Paracaidista, BRIPAC, es un ejemplo arquetípico de esta forma de adiestramiento al especializar su entrenamiento en el uso de simuladores virtuales de alta tecnología combinados con el entrenamiento en combate clásico aunque enfocado  a la lucha contra la insurgencia y enfrentado a un enemigo asimétrico no convencional.

La sala negra

Un  ejemplo de esto lo encontramos en la sala de combate virtual o más conocida como Sala Negra,  el nombre le viene porque se opera en ella en oscuridad, en ella encontramos una gran pantalla de visionado con las consolas de control, los equipos informáticos y de video que controlan el sistema de combate de infantería. El cual en el fondo no es más que un juego "shotter" de ordenador pero evolucionado y adaptado a las características del combate contemporáneo y con ello carente de las acciones didácticas de un videojuego donde prima más la espectacularidad y la acción y no la recreación objetiva de la realidad.

Para entrenarse a la Sala Negra los paracaidistas acuden con pleno equipo de combate: casco, armadura, mochila, peto, cargadores de munición e incluso la cara mimetizada para así meterse más en el papel. Lo único que varía es el armamento, pues el fusil HK está modificado para no disparar munición real sino un haz de láser en sincronización con las cargas de gas que se llevan en los cargadores también modificados, así a  cada disparo la carga de gas realiza un estampido y provoca un retroceso equivalente a una detonación real, y como en una situación auténtica la munición se agota y debe reponerse el cargador usado por uno nuevo mientras continua la acción.

De este modo cuando el programa se inicia, en la pantalla aparece cualquier escenario de combate imaginable, previamente programado y en cualquier situación atmosférica. Los paracaidistas equipados con sus armas modificadas deben "avanzar" por el escenario abatiendo cualquier amenaza según unas normas de enfrentamiento prefijadas. El programa permite identificar mediante el láser hasta donde han tenido lugar los impactos en los blancos virtuales y si estos han tenido tiempo de replicar y acertar. Con ello un sistema que lanza proyectiles de "airsoft", bolas de plástico de 4 mm, se encarga de castigar a los soldados participantes para aumentar la dificultad del ejercicio. No se trata de sentarse cómodamente y jugar con una consola sino de completar un difícil ejercicio táctico asistido por ordenador.

Simuladores de misiles

No tan en penumbra como la "sala negra" encontramos la sala de simuladores de misiles donde los tres modelos de misiles anticarro, Milán, TOW y Spike, en dotación en el Ejército de Tierra son probados en su manejo. Al aplicarse los sistemas de simulación a los visores de los lanzadores de misiles no es necesario oscurecer la sala pues en el sistema aplicado al visor se puede recrear cualquier tipo de entorno y situación táctica y el tirador solo puede manejar el sistema de misiles a través del visor apuntándolo al objetivo; por ello la luminosidad en el entorno no es tan importante dado que tanto el día, la noche, la climatología o el uso de sistemas de visión nocturna puede ser simulado en los visores donde cada tirador debe entrenarse en resolver la situación que se le expone.

La más de las veces esa simulación es la lucha contra blindados y el derribo de helicópteros en vuelo rasante pero también se ensaya la destrucción de reductos y puntos fuertes, una situación que se ha vivido muchas veces en Afganistán donde la forma más practica para batir a un grupo de insurgentes atrincherados en una posición fortificada, en vez de emperrarse en tiroteos interminables o pedir un costoso apoyo aéreo, ha sido el impacto directo de un misil anticarro.

La experiencia de combate en Afganistán ha forzado a reescribir los programas de entrenamiento y definir los sistemas de simulación

De los tres sistemas en uso el Milán está en fase de sustitución para su remplazo, pero la practica con el mismo es brillante para formar un buen tirador de modo que como sistema de instrucción se seguirá empleando, el TOW aunque más moderno es mas difícil de manejar por su tamaño, necesita un vehículo o un trípode pesado para operarse, y su control es bastante delicado. Mientras que el novísimo Spike es lo más avanzado que asiste en el mercado, dado que la cámara que porta en el morro permite manejarlo en vuelo haciendo posible cualquier clase de acrobacia en el que el tirador se guía por lo que el misil "ve" desde la cámara de su cabeza buscadora.

En combate callejero

De los complejos de simulación desplegados en la sede de la BRIPAC el más "realista" es el CICOTU o Centro de Instrucción de Combate en Terreno Urbano. Consiste básicamente en una manzana de casas de dos pisos que rodean una plaza con muros. Los edificios están vacíos pero divididos en habitaciones, escaleras o descansillos, con la disposición típica de un bloque de viviendas común. Por su calidad el complejo aparte de por la BRIPAC es empleado por otras unidades de las FAS y Guardia Civil.

Dentro del complejo se puede simular cualquier situación de combate urbano actual desde el rescate de rehenes, al enfrentamiento con terroristas, la toma de un piso franco, el combate contra enemigo convencional en ciudad, la limpieza de edificios o una insurrección urbana a gran escala.

En el campo de batalla moderno el combate urbano se ha convertido en el más corriente superando estadísticamente a las batallas que tienen lugar campo abierto, solo echar una ojeada a los conflictos presentes para dar fe de esto.

Para lograr la mejor instrucción, los paracaidistas se equipan con unos señalizadores láser sujetos en el uniforme y enlazados con un emisor láser adaptado a los fusiles y a su vez sincronizado con el número de munición de fogueo que se porta en los cargadores. Así por cada disparo un haz láser es disparado desde el arma, sí este alcanza el señalizador aquel se ilumina en rojo y emite un pitido que da al infante tocado como baja además su arma se inutiliza y no puede volver a disparar, no se puede hacer trampas y decir que no me han dado, así el "iluminado" se considera como baja y según el ejercicio es retirado del campo o vuelve a él tras un tiempo de penalización.

Todos los datos del combate son recogidos en un sistema informático que cuanta bajas y evalúa resultados lo que permite a los oficiales corregir a sus tropas sobre los procedimientos.

¿Es eficaz este adiestramiento? La batalla de Moqur en septiembre de 2012 en que los paracaidistas españoles abatieron a 17 talibanes sin sufrir perdidas en una batalla de 16 horas y las siete cruces rojas al mérito militar ganadas en Afganistán vienen a decir que si.

Los simuladores pueden imitar cualquier situación de combate en cualquier entorno, climatología y contexto


Sobre esta noticia

Autor:
Antonio Rodríguez Jiménez (189 noticias)
Visitas:
10387
Tipo:
Reportaje
Licencia:
Creative Commons License
¿Problemas con esta noticia?
×
Denunciar esta noticia por

Denunciar

Comentarios

Aún no hay comentarios en esta noticia.