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California decidió dejar en tierra los aviones que luchan por extinguir un incendio en el parque nacional estadounidense de Yosemite después de que un piloto muriera al estrellarse su nave, informó el miércoles una fuente oficial.
Un avión S-2T se precipitó el martes contra un cañón cuando se disponía a esparcir un producto químico para extinguir el incendio Dog Rock, que comenzó ese mismo día y ha quemado ya unas 53 hectáreas.
"Por precaución, hemos dejado en tierra de forma temporal nuestra flota de aviones cisterna, hasta que tengamos la certeza de que todas las naves pueden volver a despegar con seguridad", dijo a la AFP Daniel Berlant, portavoz de la agencia californiana de incendios conocida como Cal Fire.
El estado de California, que tiene a su disposición una docena de aviones cisterna que contrata a empresas privadas, atraviesa desde hace tres años la peor sequía de las últimas décadas. Los terrenos totalmente áridos y las altas temperaturas han propiciado unos 5.000 incendios en lo que va de año, un récord, a pesar de que la temporada de fuegos apenas ha comenzado.