Ultimamente en toda Cataluña están dando la "vara" (orden) a los comerciantes para que estos pongan en sus establecimientos sus rótulos solo en idioma Catalán, advirtiéndole que si se permiten desobedecer dicha "orden" serán multados de inmediato.

Ya se han producido algunas denuncias por parte del organismo competente y llevado hasta los tribunales algunos de los comerciantes que no acataron este autoritario e incompresible mandato.

Yo soy partidario de que se respete la idiosincrasia de todas las autonomías que existen en España con absoluta libertad, no defiendo solo la catalana, pero eso sí, si la mayoría de los residentes en ellas lo aprueba.

No me gustaría por nada del mundo que se prohibiera las Sardanas, ni el hablar catalán a los ciudadanos que allí viven, ni cualquier otro tipo de festejo que ese pueblo tiene desde hace muchos Siglos, y que han sembrado por toda Cataluña una singular cultura, una gran variedad de costumbres artísticas, sin olvidar por supuesto, su rica y amplia gastronomía.

¿Porque hemos de borrarlos si todo ello forman parte de la historia de España.?

Lo que ya no me parece bien es que un Gobierno, (el catalán) fuerce a los ciudadanos hacer algo que no esta aprobado, ni siente la mayoría, dado que están dentro de una Nación, cuya lengua oficial para todo el Estado es otra.

Por ello yo les diría a las incompetentes autoridades de esa querida región, que no es el mejor método para hacer un gran país, el cerrarse sobre uno mismo e imponer a base de embudo algunas "leyes" que solo sirven para crear un gran rechazo de los que no comulgan con esas ideas extremadamente impopulares, y que la mayoría de los catalanes no las consideran, ni justas, ni brillantes, ni beneficiosas para su Comunidad.

Yo les preguntaría a los iluminados regidores de la Comunidad Catalán, lo siguiente:

¿Que les parecería, si ellos en sus escritos que mandan a otras regiones se les exigiera que vinieran en el idioma principal del Estado de la Nación?

¿Que les ocurriría si se rechazara todo aquel articulo que viniera impreso en Catalán.?

Como por ejemplo: Medicinas, Cavas, Vinos, Productos de limpieza y Cosmética, productos alimentarios, Yogurés, Embutidos, y así infinidad de productos que abarrotan las estanterías de las Grandes Superficies y Supermercados del resto de España.

Yo personalmente he recibido cartas desde Barcelona escritas en catalán, concretamente de una Aseguradora muy conocida que tiene su central en Barcelona.

Me pareció una total falta de respeto hacia mi persona, pues lo lógico es que se me enviara en el principal idioma, puesto que mis apellidos son dos de los mas corrientes que existen en castellano, por lo que debían de entender que yo no comprenderia ese escrito en catalán.

Primero me dieron ganas de responder agresivamente, después pensé en responder a su carta en Chino, (en Madrids hay montones de chinos ) a ver si podían traducir lo que mi misiva les decía. También pasó por mi cabeza llamarles por teléfono, pero de inmediato lo deseche por que me iba a costar dinero, y eso no lo regalo a nadie y menos a quien me ha faltado al respeto. Al final lo hice de una forma mucho más atenta y educada, les mande una simple nota junto con su carta, diciéndoles que por favor me la enviaran en castellano, puesto que yo no sabia nada de su "idioma" catalán.

Nadie, pienso yo, tiene obligación de saber leer o hablar catalán fuera de esa Comunidad.

Como al principio he dejado muy claro, no soy partidario de faltar al respeto a esa gran Comunidad, por eso invito a las mentes privilegiadas catalanas, (que hay muchas) para que se respete también a las otras Comunidades, sus costumbres, su lenguaje, sin olvidarse que poseen tantas e infinitas virtudes como ellos, algo diferentes, pero tan respetables como las suyas.

Me parece muy bien que no se pierda ni un ápice de la fuerza idiomática que el idioma catalán posee, pero también es muy respetable el no intentar imponer, ni dentro ni fuera de esa comunidad el idioma propio, esto va dirigido a esas otras comunidades, que poco a poco, también quieren seguir el mismo camino que la región catalana desea imponer a toda costa.