Si el Conde Berenguer levantase la cabeza no quedaría intrigante vivo en Cataluña, entre mandoble y mandoble no haría mas que soltar pestes contra bastardos y villanos huestes todas del Conde Zapater, valido del Rey de España, elegido por mayoría de hombres libres, que compra y paga mercenarios y valdones en el territorio Condal.

Estos esquerdos republicanos son enviados y corrompidos por los propios espías del valido para no ser ellos mismos los puestos en evidencia y descubiertos por venidos amontillados sin sangre condal.

Son enviados como chivo expiatorio hambriento, ciego y falto de reflexión para luego ser sacrificados y odiados por la plebe encolerizada que falta de criterio e informes no culpará al valido ni al amontillado sino que cargará y montará el tumulto contra estos mercenarios engañados.

La corrupción se extiende por el suelo real a expensas de las arcas de doblones enviadas al Condado por decreto y porque sí, que luego se desvirtuan y pierden en fabelas, pagos y devoluciones a los acólitos, adláteres y perros de la guerra que medran a la sombra validal y por ende amontillada para quedarse con el feudo y reprimirlo y exprimirlo bajo su bota presuntamente legal.

La única esperanza es Catalina de Barna, dama integra y noble donde las haya, hacedora y benefactora de caballeros a cuyo cargo pelean y vencen por terrenos de la Europa deportiva consiguiendo doblegar a los mejores.

¡Viva Catalina de Barna! Con acierto volverá sus ojos a su pobre tierra de masías y que decida con sus nobles caballeros catalanes rechazar a los valdones

¡Viva Catalina de Barna! Con acierto volverá sus ojos a su pobre tierra de masías y que decida con sus nobles caballeros catalanes rechazar a los valdones, espureos y mercenarios todos sedientos de poder y riquezas, descubrir a ese 3% de soterrados innombrables para sacarlos de la cueva, pues todo lo oculto se sabe y todo lo secreto sale a la luz y hacerse con el pueblo para el bien común y la prosperidad verdadera.

Mientras tanto los 14 esperan a que sus propios capitanes trás moción, censuren y desenmascaren a los partidarios aún a perdida de sus propias prevendas para que se vea que nobles señorías están a favor y cuales se opondrán ó tal vez silenciarán su voto, para que el pueblo soberano decida.

Es la hora de la claridad y anchura de miras para que los feudos sepan a que atenerse ó se sometan definitivamente a validos, buscones y trepas que los exploten y esclavicen definitivamente en los años venideros aumentando diezmos y cargando trabajos en sus escualidas espaldas.

¿O son todos los mismos? Los que claman justicia lo sabrán pronto.