¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que María Martín escriba una noticia?
Catherine Frot, protagonista Odette, nos habla sobre su personaje en esta comedia sobre la felcidad. Se estrena será el próximo 6 de julio.
-¿Conocía a Eric-Emmanuel Schmitt antes de hacer la película?
Personalmente, no. Había leído algunas de sus novelas y había visto "El visitante" en el teatro con Maurice Garrel y Thierry Fortineau. Me había gustado mucho, y los actores estaban impresionantes.
-¿Qué le pareció esta historia?
Con el personaje de Odette tuve una corazonada. Me encantaba la idea de que fantaseara con su vida. La parte de comedia visual también me atraía, aunque, esta parte al final se redujo bastante. También me llamaba trabajar con Albert Dupontel.
-¿Cómo definiría a Odette?
Es una mujer que no se parece a nadie. Es un personaje altruista, generoso, que sufre por los demás. Forma parte de esas personas que tendemos a menospreciar. Para mí, Odette es familia de Yoyo en "Como en las mejores familias" y de Louise en "Las hermanas enfadadas". Al mismo tiempo, me hace pensar en las heroínas de las películas de Pagnol, que también tenían esa candidez. A pesar de todo, ella tiene los pies en la tierra aunque su vida no es fácil. No tiene una vida gris, sino que está llena de color. Tiene la capacidad de ver siempre el lado bueno de las cosas y ver la vida de color de rosa.
-¿Cómo se metió en la piel de Odette?
Primero, repitiéndome que era una mujer que no es nada, pero que a la vez lo es todo. Luego, cuando ensayaba los bailes ya me parecía ver a Odette volando. Lo último fue encontrar una silueta divertida que fuera graciosa e inesperada. El abrigo, la bufanda, el peinado…
-¿Qué pasa cuando conoce a Balthazar Balsan, su autor favorito?
Es la parte más cómica de la película. La primera vez que le ve, no es capaz de expresarse. Luego se avergüenza de no haber encontrado las palabras. Hay algo en ella un poco desconcertante, y poco a poco tendrá que coger fuerzas y armarse de valor. Baltasar es todo lo contrario de Odette. Viven en mundos distintos. Sí, son la optimista y el pesimista. A veces, los opuestos se atraen.
-Es la primera vez que trabaja con Albert Dupontel. ¿Qué clase de actor es?
Lo encuentro gracioso e interesante. He visto todas sus películas y tengo ganas de ver la próxima. Comprendió perfectamente el pesimismo de su personaje. Él tiraba hacia el gris, lo que me hacía tirar más hacia el color.
-¿Cómo era la sensación de volar?
Fue impresionante, porque estábamos a –1 grados y yo estaba a 28 metros de altura en una grúa inmensa desde la que veía toda la ciudad de Charleroi. No había ningún truco, estaba realmente en el aire, colgada de un arnés, y en Bruselas, me metieron en una especie de cesta de globo.
-¿Qué pensó al ver el resultado final?
Eric-Emmanuel Schmitt ha hecho la película que realmente quería hacer. Se entregó por completo. Me alegro mucho de haber hecho esta película.