He de reconocer que Celia Villalobos no ha sido nunca de mi agrado, tanto en el ámbito político como en el personal, y afirmo esto último después de ver sus intervenciones en programas de televisión como el de la sectaria y catalanista Susana Griso.

Mi opinión era que Celia Villalobos pertenece a esa casta que estando en el lugar idóneo y con los contactos idóneos ha medrado en la política, al igual que otros muchos que no tenían ninguna valía profesional.

Hay que añadir además, que Celia Villalobos en varias ocasiones ha actuado en contra de la disciplina del partido, cosa que vería bien si esas actuaciones no afectaran directamente a lo que pedían los votantes del PP y habían firmado con su voto. Me refiero a temas como el del aborto o el de matrimonios entre parejas del mismo sexo, por lo que fue sancionada.

Quede claro que el PP no se oponía a legalizar esa unión, y lo único a lo que se oponía era a la consideración de matrimonio, al igual que al derecho de adopción de este colectivo.

En definitiva Celia Villalobos no me parecía una persona honesta debido a su comportamiento, y su imagen se asemejaba más a la de la típica resentida con los hombres y con tendencias al feminazismo, cosa que ha demostrado en diferentes ocasiones.

Si alguien tiene alguna duda de que mis sospechas eran ciertas, solo tiene que ver el siguiente video en el que se ve como trata a su chofer y escolta, comportamiento que en cualquier país serio habría sido denunciado por los policías, pero improbable en un país en el que los mandos policiales no mueven un dedo sin la orden de sus amos, y donde se cometen delitos como el de colaboración con banda armada, que sería el delito cometido en el caso Faisán.

Celia Villalobos se ha retratado solíta, pero eso era una cuestión inevitable en un personaje como ella.

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