Circle Bath, el primer hospital construido por el estudio Foster and Partners y que se ubica dentro de un programa denominado Circle, acaba de abrir sus puertas. Se trata de una iniciativa privada que consiste en la creación de una cadena de campus hospitalarios en Inglaterra, donde el paciente se convierte en el eje central de un nuevo acercamiento al cuidado de la salud.

Circle Bath es el primero de estos centros en realizarse, y el objetivo arquitectónico en este primer caso ha sido el de convertir el edificio en un lugar más humano y civilizado para sus usuarios, donde el sentido de confort y comunidad están resaltados.

Nuevo concepto

Ofrecen un nuevo concepto de planificación hospitalaria basado en la idea de que un hospital bien diseñado puede reducir el tiempo de recuperación de los pacientes y obtener mejores resultados, a la vez que proporciona al staff del hospital un lugar mejor y mas atractivo para trabajar. Este hospital, situado en las colinas al sureste de la ciudad de Bath, representa un punto de partida completamente radical que se aleja de los acercamientos ortodoxos de la planificación hospitalaria.

Situado en un emplazamiento privilegiado, las colinas del sureste de la localidad de Bath, es el propio entorno el que subraya su terapia natural y del cual el arquitecto se ha aprovechado tomando como ventaja el entorno rural, la luz y las vistas.

El edificio se encuentra dividido en tres plantas, donde se distribuyen habitaciones, quirófanos, consultas médicas, habitaciones de tratamiento, habitaciones de recuperación y ofrece tanto consultas y tratamiento interno como ambulatorio. Se trata de un diseño compacto que anima a un sentimiento de comunidad y bienestar. Más que un hospital tradicional parece un hotel.

Orientación e intimidad

El hospital se organiza en torno a un atrio central de doble altura, completamente iluminado, proporcionando un sentido de orientación y de intimidad del que carecen la mayoría de los grandes hospitales. Las divisiones entre los diferentes departamentos se han reducido al mínimo para subyugar el stress que conlleva una consulta, un tratamiento o una recuperación para los pacientes y reducir las distancias para el equipo del hospital.

El atrio central se convierte en el punto de referencia para los pacientes, staff y visitantes, situando las consultas a su alrededor en el piso bajo y las habitaciones de los pacientes internos en el superior. El propio atrio está ocupado por la recepción, cafetería y enfermería, donde la luz natural que entra directamente está tamizada por una cinta de tela translucida que calca las diferentes formas. El color usado para las paredes es un acogedor ocre y rojo teja, con paneles acústicos de madera en la parte superior que se intercalan con grandes ventanales que permiten una conexión visual del atrio con el piso de las habitaciones.

Al exterior, el diseño está simplificado con un nivel inferior de paneles oscuros y un amplio acristalamiento permitiendo así las vista de los alrededores. Sobre este cuerpo se coloca uno superior, de forma rectangular, completamente forrado con una celosía reflectante de aluminio.