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Una de las películas más esperadas en esta época de Oscars es, sin duda, “El Cisne Negro”, del director Darren Aronofsky, creador de “Requiem por un Sueño” y “Pi: El Orden del Caos”, junto con la primera y bella actriz Natalie Portman (“La Otra Reina”, “Closer”)
El Cisne Negro (2011)
Por: CineCritico
Martes 15 - Febrero - 2011
Una de las películas más esperadas en esta época de Oscars es, sin duda, “El Cisne Negro”, del director Darren Aronofsky, creador de “Requiem por un Sueño” y “Pi: El Orden del Caos”, junto con la primera y bella actriz Natalie Portman (“La Otra Reina”, “Closer”).
Una película que no por nada está siendo candidateada a las categorías de Mejor Película, Mejor Dirección y Natalie Portman a punto de conseguir su primer Oscar por Mejor Actriz.
Y no es para menos, la película funciona a la perfección, haciendo que el espectador se sumerja en la psicología de Nina Sayers (personaje de Natalie Portman), una bailarina de ballet que está trabajando constantemente en su desempeño y en ser la mejor del grupo de Ballet.
Su mamá Erica Sayers (Barbara Hershey), es muy exigente y cree que podrá hacer que su hija sea la mejor del grupo y del mundo, demandándole mucho esfuerzo y empeño en su profesión, sin embargo, esto hace que Nina no tenga una vida normal como la de otras chicas de su edad.
El juego cinematográfico de thriller psicológico es impactante durante la película y la transformación que va sufriendo Nina a lo largo del metraje, impresiona a cualquiera que la vea.
Un Guión con muy buena estructura que juega no sólo con la psicología del personaje de Nina, si no a la vez juega con nuestras mentes, ocultándonos si lo que vemos es realidad o es producto de la mente de Nina (todo ello te lleva a no saber que pensar y el tener mayor expectación).
Conforme avanza el filme, vemos como la vida de Nina se complica al no darse el esperado papel del Cisne Blanco principal y a la vez, el hacer el papel del Cisne Negro.
Esto es como una decepción para su mama y hace que caiga en un primer conflicto.
Además, vemos como cambian las condiciones cuando su director le insinúa que si hay una relación secreta con ella, todo podría cambiar, pero al final sale corriendo después de un beso forzado, dónde ella le muerde el labio.
Para colmo (podríamos decir) llega una prestigiada bailarina de ballet al grupo, que le hace la competencia a Nina, haciendo que todo se ponga más rudo.
Al publicarse las listas, Nina descubre que ha conseguido el ansiado papel, pero esto, hace que surjan los celos de sus compañeras, que, en pleno baño le escriben en el espejo con labial “ramera”, en alusión de cómo suponen ellas consiguió el papel.
Su director a la vez que su mama, son muy exigentes en los logros que debe de tener una bailarina profesional, a la vez de que llegan a asfixiar a Nina.
Un factor extra también es la anorexia no vista por Nina, que hace que su cuerpo cada vez se vea más cadavérico y, pudiera ser, a causa de esto, comienzan a presentarse sus visiones y torturas internas, que cada vez, crecen más y más, llegando al punto de casi caer en la locura.
Sumándose a esto, tenemos el problema en sus dedos de los pies y manos, que vemos como sangran de vez en cuando y provocándole molestias.
Un punto interesante de la película es cuando su director de escena, le dice que el Cisne Blanco es frágil, puro y que busca el amor eterno y platónico con el príncipe de la obra, sin embargo, el Cisne Negro, usa su poder de seducción y engaño para atraerlo y hacerlo su amante, haciendo que al final, el Cisne Blanco quede tan dañado por no tener a su amor perfecto, que se suicida.
Esto que se describe nos crea el paralelismo del personaje de Nina y del personaje que interpreta en la obra, ya que simultáneamente, la transformación de ambas (personaje-obra y Nina) se vuelve uno sólo.
Sus miedos más profundos emergen y a la vez un instinto asesino, ante el acecho de su principal rival, que busca quitarle de alguna manera el papel (inclusive el que su compañera de ballet sea la suplente lo ve como amenaza).
Por si fuera poco, también veremos una relación amorosa lésbica entre ella y su rival, en un momento culminante del filme.
También nos muestra como una bailarina de ballet está en su ocaso y como será esta su última temporada, haciendo que sea muy dramático el momento.
Esto hace que Nina la admire y hace que ella tome sus pertenencias cuando la bailarina de edad avanzada sufre un accidente que el propio director de escena describe como “intenso y dramático”.
Nina usa sus pertenencias para tratar de ser como ella de joven y buscando tener ese glamur.
Inclusive, llega a visitarla al hospital y le pide una disculpa por haber tomado sus cosas, sin embargo, en un momento, le toma la lima de uñas metálica y comienza a perforarse la cara, un momento fuerte, ya que Nina en un momento busca que no se haga daño pero termina con sangre en sus manos.
Vemos además como Nina previo al estreno, se siente tan mal consigo misma y con su cuerpo, que cae en cama (viéndose en la toma que sus piernas se contraen y se doblan de fea manera, haciéndola caer), haciendo que al día siguiente del estreno, se levante apurada y salga al escenario y de lo mejor de si misma.
La tensión crece mucho más cuando en pleno estreno el primer acto sale desastroso con Nina cometiendo un grave error, haciendo que el director pida a la suplente y cuando ella le dice a Nina que “va a salvar la función”, es dónde se da el asesinato de su rival (que al final, sólo se da en su mente).
Al final, el público la ama y en la escena final de la obra, el Cisne Blanco se suicida, cayendo en su colchoneta oculta, sin embargo, al recibir la gran ovación, descubre que de su vagina emerge sangre y es dónde ella les pide que en lugar de pedir ayuda, la dejen ir, ya que cumplió su cometido.
El asesinato que fabrica en su mente (de su rival, estrellándola contra un espejo de cuerpo entero), el conflicto en el plano real con su madre, la anorexia que sufre, los pedazos metálicos filosos que saca de su espalda que, cada vez, se vuelve más rojiza y con llagas, los miedos a perder su trabajo e inclusive, lo que pareciera será una relación con su director, junto con la música de Piotr Ilich Chaikovski (“El Lago de los Cisnes”), junto con las uniones del compositor Clint Mansell, hacen del Cisne Negro una película digna, interesante, que no te suelta y que te mantiene con tensión.
Un acierto de dirección, de guionismo y de una excelente actuación de Natalie Portman, que sin duda, ya debe tener hecho el espacio en su repisa, ya que Nina está a punto de darle un merecido Oscar por un bello y vibrante papel.
Y tú, ¿Ya la viste?
¿Qué opinas?
Calificación Final: 9.5
Dirección: Darren Aronofsky
Actores: Natalie Portman, Mila Kunis, Vincent Cassel, Barbara Hershey, Winona Ryder, Benjamin Millepied, Ksenia Solo, Kristina Anapau y Janet Montgomery
Guión: Mark Heyman, Andres Heinz, John J. McLaughlin
Título Original: Black Swan
Género: Drama, Thriller
Origen: Estados Unidos
Duración: 103 minutos
Clasificación: AM16
Distribuidora: FOX