Siendo honesta, mi primer frappé me lo compró mi papá por allá del 2006 en el Italian Coffee Company. ¡Qué cosa tan sabrosa! Ni siquiera llegó al estacionamiento de la plaza comercial donde estábamos. Yo fui cafetera desde niña (creo que incluso me llegaron a poner café bien diluido en el biberón), pero eso se me hacía impresionante. No era un postre, ni un café, era helado, era p-e-r-f-e-c-t-o.

Fuera de ese primer café, mi consumo habitual se limitaba al Vips. Y luego llegó Starbucks, y la visita esporádica al Vips se mudó allí. Hasta ese punto, todo bien. Y luego, mi alma mater universitaria decidió abrir un Starbucks en el primer piso de la facultad.

Aumenté cinco kilos en seis meses en una dieta diaria que incluía un café del día grande y un bagel con queso crema y chabacano. Lo peor era que era gratis, porque pagaba con mi bono del comedor.

Aunque eventualmente controlé y bajé esos cinco kilos, la manía del café me continuó hasta hace dos años cuando hice cuentas de lo que gastaba mes con mes y resultó ser más de la mitad de lo que me gastaba en otras diversiones. El cambio fue gradual pero por fin el año pasado dejé de comprar café en el camino al trabajo… aunqué el café del comedor apesta.

Ven aquí dulce néctar de los cigarrillos

Llegó un punto hace un par de meses donde decidí empezar a preparar mi café en el trabajo. Descubrí que lo que más me gusta es una bebida que me aprendí del NuPop y se llama Churchill: una taza de Earl Grey con un shot de expreso. Es mejor que perfecto, y me da justo la cafeína que necesito.

1. Starbucks no existió toda la vida. Es caro, ni tan bueno (depende del barista) y realmente es algo que es mejor compartido que sólo.

2. Empieza cortando por las compras cruzadas. Elimina primero los panecitos y las galletas. Después procede a eliminar la crema, el shot extra y los saborizantes.

3. Cambia las franquicias por el café del súper de la esquina. Sí, lo dije en serio.

4. Una vez que llegaste al grado de tomar café Andatti…empieza cortando tus vistas.

5. Reaprende a tomar café que tú mismo te prepares… ¡y descubre nuevas bebidas!

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