No es fácil perdurar en la televisión. La continuidad es un premio que muy pocos alcanzan en un medio en el que, sobre todo lo demás, priman las audiencias, y la competencia es siempre implacable. Y sin embargo, a veces sorprende la sencillez con la que se puede llegar a cumplir años en pantalla. Es el caso de "Saber y ganar", el concurso de La 2 que presenta Jordi Hurtado desde hace ya trece años, y que ayer emitió su entrega número 3.000.

Sin demasiados aspavientos, haciendo del conocimiento un cosa sencilla, cotidiana, aunque, hay que reconocerlo, provocando siempre en el espectador una sensación que combina incredulidad y envidia cuando a un concursante le preguntan por la fase de la Luna del día en que murió Magallanes y... se la sabe.

En la cruz de la moneda se sitúa esta semana el bello rostro de Mamen Mendizábal y su "Debate al límite", que apenas ha alcanzado las dos semanas de vida antes de ser retirado por La Sexta de su programación (después de probar con distintos horarios) a causa de las bajas audiencias. No hay tregua.

Arturo Roa