¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Mario Uno escriba una noticia?
La venta de una propiedad que tiene varios propietarios, suele ser un motivo de conflicto. Por ello, acudir a una empresa especializada en el asesoramiento, compra y venta de proindivisos, es la solución más aconsejable para evitar problemas
La calidad de vida en Madrid puede ser elevada. Al fin y al cabo, se trata de la capital y, por lo tanto, de un entorno urbano, también lleno de zonas verdes, en el que encontramos servicios de toda clase. Sin embargo, vivir en Madrid también puede suponer un encarecimiento de muchas necesidades básicas, entre ellas, la vivienda. Si ya tenemos una casa en propiedad solo para nosotros/as, no tenemos por qué preocuparnos por ello. Pero si la casa en cuestión es de propiedad compartida y no nos pertenece de manera única, la cosa se complica, especialmente si no podemos hacer respecto a ella nada que no le interese a la otra parte. Llegados a esa circunstancia, vender nuestra porción se nos antoja una idea excelente. Hablamos, pues, de los proindivisos en Madrid.
No vamos a dedicar varias líneas a definir lo que es un proindiviso, porque, por el contexto, se sabe perfectamente. Es una manera de llamar a esa parte de un inmueble que tenemos en propiedad, dicho de una manera sintética y simple. Pero los problemas de las propiedades compartidas en este campo son tan comunes, y la necesidad específica y consecuente de vender parte de la vivienda una cuestión ya tan normalizada, que de hecho existen empresas intermediarias en gestionar dicha venta, es decir, profesionales que actúan como enlace entre los clientes interesados en deshacerse del problema en las mejores condiciones posibles y obtener el dinero de la transacción, y el destinatario de dicha operación y, por lo tanto, comprador.
El proindiviso en viviendas es, en resumen, una tarea de compra-venta que se repite con especial frecuencia
El proindiviso en viviendas es, en resumen, una tarea de compra-venta que se repite con especial frecuencia allá donde haya pisos, casas o inmuebles en general, cuyos papeles de propiedad incluyen varios nombres diferentes, sean familiares, sean colegas de trabajo o de negocios. En las ciudades especialmente grandes y pobladas y, claro está, muy edificadas, se trata de un problema mucho más persistente. El resumen es que a todo el mundo le gustaría tener una casa o un local, pero sin tener por ello que compartirlo con otras personas. Ahí llegan los problemas. Sin embargo, ya lo hemos visto, tienen fácil solución.