20 de diciembre del año 2000. Estaba yo con mis compañeros de trabajo, haciendo zanja en una calle de Castellón, para poder hacer la instalación del gas ciudad. En la cuadrilla éramos tres un maquinista y dos peones, yo era uno de los peones, ese día nos dio por hablar sobre cómo sería la entrada en vigor o el cambio de moneda de peseta a euro. Yo tengo un manía, que es muy parecida a la inglesa, en su forma de tomar café con leche, o en caso de los ingleses tomar té a las cinco de la tarde, bueno pues yo con la escusa de ir un momento al baño, me escapó de la cuadrilla y tomo un café con leche, siempre que puedo. Ese día hice lo mismo, un poco antes de dar las cinco de la tarde, pedí permiso al compañero, para que me supliera o dijera si es que le preguntaban que yo había ido un momento al servicio.

A la primera cafetería que encontré, lo pedí.

-Póngame usted un café con leche. Le dije al camarero, me sirvió y en dos tragos me lo bebí, pedí la cuenta,

-Ciento treinta; me dijo el camarero, le pagué y salí de la cafetería con un humor más templado, después de tomar mi café, veo siempre las cosas de forma muy diferente a como las veía dos horas antes, debe ser el estimulante que tiene la cafeína, bueno a mi me relaja, por eso lo tomo. De prisa pero sin correr, regresé donde la cuadrilla estaba. Esta vez no lo veía con el mismo humor con el que los dejé, cinco minutos antes, los notaba muy contentos

. -¿Qué ocurre?; vacaciones hasta después de navidad, me dijo el maquinista; a las seis y media recogemos y hasta después de reyes. Esto fue, lo más destacable de aquel día.

Pasadas estas fiestas familiares, que pueden ser, tristes o alegres según el día o la edad que uno tenga, volvimos a la tarea de colocar gas cuidad, por las calles y como aunque el trabajo lo dejes, por hacer si vuelves a los quince días, sigue sin estar acabado, pues seguimos la rutina y a las cinco yo me fui ha hacer mis necesidades, que en inglés se diría ir a tomar el té, como estábamos en la misma zona, me fui directo a la misma cafetería.

-Buenas tardes, ¿me podría un café con leche? el camarero que además era el dueño del local como luego me dejó a entender, me sirvió, yo me lo bebí, y pedí la cuenta.

-Un euro con veinte céntimos, le pagué, y le pregunté

-¿Cómo es que cuesta este año 200 pesetas el café con leche?, si vine aquí hace quince días y me pidió ciento treinta pesetas. El camarero me dijo lo siguiente.

-Cómo se ha implantado la nueva moneda, hemos redondeado los precios, así no tenemos que andar devolviendo céntimos y vamos más deprisa por la barra y atendemos más rápido a los clientes. Yo agaché la cabeza entendiendo lo que el camarero me había dicho, y me volví con la cuadrilla.

Cuando llegué a donde estaban lo compañeros, un humor raro, se respiraba en el ambiente, los veía mas desmoralizados que de costumbre. Era Javier de las Heras, el maquinista de pala frontal, y además compañero nuestro, en las tareas de canalización.

Javier hablaba con voz fuerte.

-Será posible que me he ido a comprar una botella de agua fresca en el supermercado de aquella esquina y me han cobrado un euro con veinte céntimos y calculando he visto que eran 200 pesetas; pero si hace quince días en ese mismo supermercado me costó una botella igual a esta 100 pesetas, y encima, me dicen que lo hacen por redondear; ¿pero que redondean?, si lo que están es duplicando el precio de las cosas.

Después de contarle mi historia con el camarero, Javier volvió a gritar mas cabreado aún:

-A eso se llama en leguaje claro conspiración para alterar el precio de las cosas, y como pretexto le llaman redondeo al alza de los precios y para más INRI me lo querrán hacer pasar, como bueno, para el mejor funcionamiento a la hora de la devolución del cambio. No sé a donde iremos a parar, con esta política de precios, pero espero que este mes, me redondeen también a mí la nómina.

Después de oir las quejas de Javier de las Heras, todos seguimos trabajado, Yo por mi parte fui constatando que todos las cafeterías, restaurantes y en general todo el gremio de la hostelería, había redondeado alza el euro.

Eran las siete de la tarde y seguía yendo de comercio en comercio viendo los precios de venta al público redondeados y comparándolos mentalmente con los precios que quince días antes yo recordaba haber pagado. Llegué a la barbería de caballeros, que hay dos calles mas abajo del centro de la ciudad, muy cerca de la plaza del lago donde vivo, en Castellón. Nada mas entrar me dijo el barbero.

-Con la entrada en vigor del euro el corte de pelo pasa de 1000 pesetas a 10 euros

Nota del Autor.

Este relato breve quiere ser una demostración a través de personajes y de forma literaria de porqué comerciantes, empresarios, contructores, inmobiliarios, especuladores, inversionistas, ejecutivos han alterado (pactado o no) el precio de las cosas, nosotros los trabajadores solo podemos seguir trabajando para pagar, el precio de las cosas que toda esta gente ha alterado. La prensa escrita además del poder ejecutivo, el poder judicial y el poder legislativo es es cuarto poder en españa.

No hay ley que haya aplicado por norma en todos los comercios hosteleros a los que ahora me refiero ese redondeo ( casí duplicación) del precio original en pesetas. ha sido una decisión arbitraria de los comerciantes y empresarios.

Me gustaría que los precios volviesen a donde estaban antes de que los comerciantes y empresarios inflaran el valor de las cosas. Pero esto sólo sería posible por regularización por parte del ministro de economia.

Cada vez que pagamos esos precios en culaquier establecimieto nos estan estafando, por que un cortado no vale lo que piden 1, 20 céntimos de euro, 200 pesetas tómate dos en el mismo sitio y te han cobrado 400 pesetas de dos cortados.

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