Después de una pausa de 2 meses, la RPDC ha vuelto a aumentar las tensiones en la península coreana. La nueva prueba del misil balístico intercontinental causó la preocupación de la comunidad internacional. Corea del Sur reaccionó de inmediato al lanzar sus tres cohetes en respuesta a los ensayos norcoreanas. Además, el presidente del país expresó sus temores ante la posibilidad de que EE.UU. tomen las medidas preventivas y provoquen al régimen de Kim Jong-un para que tome nuevas acciones bruscas contra los países vecinos.

Son comprensibles las preocupaciones de Seoul, dado que muy pronto Corea del Sur albergará los Juegos Olímpicos de Invierno y la gestión de este evento puede influir en imagen internacional del país receptor. Desde luego, lo más importante para Corea del Sur es garantizar la seguridad para los visitantes de los Juegos. ¿Pero cómo se puede garantizar la seguridad si en el país limítrofe en cualquier momento puede estallar una guerra?  Por supuesto, en la Casa Blanca entienden perfectamente que la invasión de Corea del Norte va a causar muchas víctimas, sobre todo, entre los civiles.  A pesar de todo, teniendo en cuenta el discurso bélico de EE.UU. y fugas a los medios de comunicación, podemos decir  que se está preparando la operación secreta dirigida a destruir al régimen norcoreano y sus ambiciones nucleares.

Es demasiado pronto para juzgar cuándo y dónde Corea del Norte será atacada. Pero a juzgar por las preocupaciones expresadas por Seoul, la escalada del conflicto se puede esperar en el período de la celebración de los JJ.OO.. Muchos analistas han sugerido que la fiesta deportiva se verá amenazada; lo que sucede ahora sólo confirma que su hipótesis es correcta.

Queda sólo esperar que el problema de Corea del Norte sea resuelta no a costa de vidas de visitantes de los Juegos, lo que es muy probable porque Kim Jong-un, quien se cree Dios y se ha vuelto loco de su poder absoluto, puede usar todo su arsenal militar contra la gente inocente si considera que algo o alguien  amenaza  su dictadura.