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Tener manchas en la piel de nuestro rostro es algo más común de lo que imaginamos
La hiperpigmentación se produce cuando el cuerpo produce un exceso de melanina, dando lugar a ciertas placas cutáneas planas de un tono más oscuro que va de marrón claro a negro y que pueden variar en tamaño y forma.
Hay dos tipos de manchas que nos interesa que conozcas:
1.La Rosácea: dentro del grupo de las manchas rojizas, pueden presentarse en forma de Telangiectasias, es decir, granitos parecidos al acné y con enrojecimientos repentinos. Las causas de este tipo de manchas se centran sobre todo en:
-La herencia genética
-Tener enfermedades como la rosácea o dermatitis.
-Cambios bruscos de temperatura.
-Tabaco, alcohol, café…
-Medicamentos como los corticoides, etc.
Por otro lado, están las manchas Pigmentadas:
2. Las Pigmentadas: Son causadas por la diferente distribución de la melanina y las células que la producen, los melanocitos. La melanina es el pigmento que nos permite protegernos de los rayos del sol, por tanto, al exponernos al sol los melanocitos segregan más melanina.
Existen dos tipos de mancha, rosáceas y pigmentadas
Las más comunes son:
-Lunares: pueden ser de nacimiento o ir apareciendo con el tiempo.
-Lentigos solares: Aparecen en zonas donde ha habido sobrexposición solar, como el rostro, el escote y las manos. Estos pueden crecer y presentar un aspecto rugoso.
-Melasma: Aumento de la pigmentación en el rostro debido a causas hormonales y que va oscureciéndose sobre todo en verano con la exposición al sol.
Estas pueden aparecer en cualquier tipo de piel, más clara o más oscuras, aunque las personas con piel más blanca deben estar más en alerta.
El primer consejo para prevenir las manchas es, sin duda, evitar la sobrexposición al sol, para ello es importante usar protectores solares en las zonas más expuestas al sol.
Las manchas pueden aparecer por diferentes causas: