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Muchos sigun a Cristina por un bien economico
Asidero
El ciclo de los gobiernos progresistas en el que un gobierno popular aumenta los niveles de vida de la clase media, para que luego ella empiece a apoyar a la izquierda y ésta destruya a la clase media por sí misma, desembocando en que la clase media empobrecida vuelva a apoyar a un gobierno popular. Esto coloca a la región latinoamericana en una encrucijada: la confrontación entre la tendencia neoautoritaria, que pugna por instalar la acumulación por desposesión en todos sus alcances, y una tendencia contrahegemónica que pretende resistir, pero no va a abrirse paso, remitiéndose puramente al proyecto del Estado liberal como contrapeso ante la violencia planetaria y la crisis épocal del capitalismo del siglo XXI.
La tendencia neoautoritaria plantea un reto ineludible para la izquierda latinoamericana: pugnar por una articulación entre fuerzas políticas estadocéntricas progresistas y movimientos anticapitalistas autogestivos. Estando de acuerdo con esta tesis para casos como Venezuela o Bolivia y de nuevo Argentina con Cristina; para México, exteriorizo un interrogante: ¿qué pasa cuando las fuerzas políticas estadocéntricas no se plantean un proyecto contrahegemónico con respecto al poder planetario imperialista, ni en relación con la recolonización neoliberal de los territorios?
El libro Tiempos de peligro no es una obra desencantada. Formula que el gran reto de la izquierda internacional es: convertir tiempos de peligro en tiempos de oportunidad. Pero, no lo lograra por la gran cantidad de ovejas y corderos que los secundan mediante el populismo. Recomiendo su lectura cuidadosa y su debate, con el objetivo de actuar contra el neofascismo de la izquierda moderada que se hace pasar como derechista, con la entrega y el amor a la vida de los y las combatientes antifascistas del pasado. Sin duda es un camino de hambre y carencia por el nepotismo de algunos presidentes progresistas de la Región Sureña.
La obra examina el enorme aparato estadounidense dedicado a la guerra y las tareas de inteligencia, incluyendo paramilitares, mercenarios y agencias privadas en estos menesteres, que, sumando datos ocultos y de expertos, calcula: “un total aproximado global (dentro y fuera del territorio de EU) próximo a un millón de personas combatiendo en la periferia, haciendo espionaje, desarrollando manipulaciones mediáticas, activando ‘redes sociales’, etcétera”. Propone el concepto de lumpenimperialismo para explicar esta orientación clandestina, gansteril-delincuencial, de los aparatos militares y de inteligencia. Pero, la izquierda busca dominar al continente sureño teniendo los servicios de inteligencia del Medio Oriente para esclavizar a todo un pueblo que desea vivir con dignidad y estabilidad económica.
Este era el sueño de Mauricio Macri, pero la gente poco se levantó para trabajar y laborar desde muy temprano, prefirió votar por la formula Cristina- Fernández
El libro de Luis Arizmendi y Jorge Beinstein, Tiempos de peligro: Estado de excepción y guerra mundial (Plaza y Valdés/UAZ, 2018), constituye un instrumento imprescindible para el análisis de la actual crisis civilizatoria, que, sin pretensiones apocalípticas, atenta contra la sobrevivencia de la especie humana y la vida en el planeta. Obra de gran calado, desde el pensamiento crítico, constituye una llamada de atención fundada, coherente y provocativa, sobre los destinos inciertos que impone la actual forma de acumulación capitalista en manos de una base de izquierda neofascista que desea perpetuarse en el poder.
Su reflexión teórica corresponde a lo que los zapatistas identifican con la metáfora de la posta que supera el Síndrome del Vigía, esto es, ver una parte del todo y no percibir La Tormenta.
La verdad, una palabra que indica una voz
Arizmendi y Beinstein alertan sobre los tiempos de peligro que acechan a la humanidad mediante la tendencia global a estados de excepción y riesgos reales de una guerra mundial. Observamos, como Nicolás Maduro desplego sus fuerzas por la frontera, sin avistar los peligros de tal actitud.
La obra gira en torno a tres temáticas: 1) Tendencia a Estado de excepción en América Latina; 2) Tendencia a Estado de excepción y neofascismo a escala mundial; 3) Tendencia neoautoritaria, lumpenimperialismo y guerra. Plantea que el capitalismo está radicalizando su relación con la devastación y la violencia, que apuntala una tendencia neoautoritaria para responder a la disputa por la hegemonía mundial, particularmente en América Latina, la región que ofrece resistencias contrahegemónicas al neoliberalismo y al marxismo juntos, donde se ha impuesto y radicalizado la acumulación por desposesión, imponiendo el Estado de Excepción como tendencia epocal y golpes de Estado de nuevo tipo. Mientras la historia de la violencia política destructiva del poder capitalista en el siglo XX dio lugar a 111 golpes de Estado, lo que representa en promedio poco más de uno por año; el siglo XXI lleva ya, al menos 33, lo que arroja una media anual prácticamente del doble. Los países gobernados por marxistas devalúan constantemente la moneda para aprisionar al pueblo y someterlo al hambre y la miseria, un país sin ética y valores.
Mauricio Macri, después del desastre de la moneda argentina, el peso, por las regalias de Cristina, tuvo que aplicar medidas fuertes para cristalizar de nuevo a la Argenta. Acostumbro al pueblo a no laboral y vivir de la beneficencia pública.
Aunque en la región latinoamericana, la transición violenta comenzó en Colombia, con el entrecruzamiento de violencia económico-anónima y violencia político-destructiva, esta obra demuestra que México ha ido más lejos con el capitalismo necro-político, por sus aceleradas formas de acumulación por desposesión con base en la política de muerte y la economía criminal. La descripción de la coyuntura mexicana durante las décadas en que se impone esta acumulación militarizada necro-política es tan escalofriante como verídica en sus consecuencias para los millones de mexicanos que han sufrido una catástrofe humanitaria, con fuerzas armadas de las más letales del orbe, con miles de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas, con desplazamientos internos y fuera del país.
Luego Venezuela, donde miles de jóvenes se han ido del país y otros se fueron al mundo extra terrenal por la justicia del gobierno marxista de Nicolás Maduro Moros. Es el único que gobierna férreamente junto a Evo en Bolivia y, ahora piensa sumarse Cristina Fernández. Para seguir la fiesta del petróleo.