El Ocean Dream, de la empresa española Pullmantur, se dirigía anoche a Aruba (isla holandesa del Caribe), con tres de sus 400 tripulantes contagiados con el virus H1N1 a bordo y con 433 pasajeros -198 españoles- que hasta el momento no han presentado síntomas de enfermedad. Éste será el último destino del truncado crucero que comenzó el viernes pasado y que no pudo cumplir su itinerario.

El Ocean Dream zarpó el viernes de la isla de Aruba con 759 pasajeros a bordo y 400 tripulantes. En su primera parada, en la isla de Curaçao, 14 de sus tripulantes que presentaban síntomas del virus H1N1 fueron sometidos a exámenes médicos y tres de ellos dieron positivo. Los portadores del virus fueron aislados, según informó dos días más tarde la empresa Pullmantur a través de un comunicado que no fue difundido entre los pasajeros. El crucero siguió su curso hasta la isla de Margarita, en Venezuela, donde además subieron a la nave otros 326 pasajeros. Su siguiente parada era Granada. Fue entonces cuando el viaje se convirtió en odisea.

El lunes por la tarde (hora local) las autoridades de Granada prohibieron que el Ocean Dream atracara en sus puertos al saber que traía tres casos de gripe en sus camarotes. Aun en esas circunstancias, los pasajeros no habían sido informados ni de la gripe ni de las razones de Granada para rechazar a un contingente de casi 800 turistas dispuestos a gastar. A Mario Infantini, un pasajero venezolano que hacía el viaje por 1.500 dólares (algo más de mil euros) y por segunda vez, le extrañó no ver desde la ventanilla a la comparsa de músicos del comité de bienvenida que lo recibió en su primer crucero. "Era evidente que en Granada no nos esperaban, así que comenzamos a sospechar que algo ocurría", cuenta Infantini. Por los altavoces, Pullmantur informó sin más explicaciones que seguirían rumbo a Barbados.

En esta isla tampoco les dejaron desembarcar, y el barco tuvo que dar media vuelta. El miércoles llegó a la isla de Margarita, donde a las dos de la mañana -hora local- bajaron a tierra los 326 pasajeros, en su mayoría venezolanos, que se habían incorporado al crucero en esa escala. De ellos sólo presentan síntomas de gripe un argentino y un venezolano, que están en observación. El resto ha sido enviado a sus casas.

En el barco continúan 433 pasajeros, que tenían previsto llegar a Aruba anoche. Con esta solución se evitó la primera medida que se propuso, que fue que todo el pasaje estuviera 10 días inmovilizado en Margarita, como inicialmente propusieron las autoridades venezolanas.

Desde España, el Ministerio de Sanidad ha seguido el caso "con atención" porque se trata de un barco con bandera y parte del pasaje español. "En todo momento se han seguido los protocolos", señaló una portavoz del ministerio, que insistió en que, al estar el barco en aguas de otra jurisdicción, sólo podía hacerse seguimiento, pero no intervenir.

De haber estado en aguas españolas, el protocolo establecido (de 1986) hubiera permitido dejar en cuarentena al pasaje, aunque no en este caso. Una vez que se ha comprobado que la gripe está en todas partes (ayer se confirmó el primer caso surafricano), no tiene sentido restringir los movimientos de la gente, insisten tanto la OMS como Sanidad.