Siempre he querido una larga melena, de esas que llevan las niñas pijas, con suave ondulado, en la que puedes diferenciar si luces reflejos, californianas o balayage.  He tenido sentimientos contradictorios con mi pelo rizado, cuando era pequeña lo llevaba recogido, de adolescente muy cortito, casi como de niña de orfanato. Hace un tiempo por fin me atreví a lucirlo suelto, gracias a que cambié los productos, y de peluquería. Sin embargo, seguía teniendo un sentimiento de ser "la malos pelos" de la reunión. El viernes pasado decidí hacerme el tratamiento de queratina, aconsejada en mi peluquería, María me dijo que me mejoraría mucho la condición del pelo, me quitaría el encrespamiento y el volumen exagerado.

Ahora llevo el producto, que por cierto huele mucho a chocolate, debo tenerlo 48 horas antes de volver a lavar. Estoy deseando ver el resultado, por ahora he podido apreciar que mi pelo está mucho más suave y brillante, no tengo esa sensación permanente de sequedad. Hoy sabré por fin si mi vida ha cambiado por completo, si no vuelvo a parecer la Pantera Rosa recién salida de la lavadora, tras retirarme el producto podré ver si por fin conseguiré soplarme el flequillo.

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