El presagio era malo, como dirían los místicos. Ayer los turcos nos la liaron un poquito más. De nada valió la excelente defensa de Rudy Fernández sobre el a veces letal, a veces como ayer fatal Turkoglu. Estos otomanos tienen equipo, y nosotros los españolitos de a pie pensabamos que Polonia iba a ser un paseo. No pinta del todo bien todavía Gasol en este torneo. Su poderío interior está siendo eclipsado día tras día por las garras rivales que liman durante horas sus preparadores. Así pasa, el mejor jugador español hasta el momento, Reyes. Cuando Pau lo tiene al lado España es otra. Su hermano Marc parece estar a otras causas estos días. Anoche pegó una rajadita sobre la decisión del último tiro de Llull. Más vale que recupere el tono que muchos le echamos en falta en pista y deje de desentonar fuera de ella. El juego exterior también está lejos de su mejor época. Navarro con sus intermitencias no termina de ser clave, Rudy es de lo mejorcito hasta ahora pero se le ve con menos fuerza tras su lesión, y de Mumbrú mejor ni hablamos (solo hay que ver como se lo ha quitado de en medio Ettore Messina nada más aterrizar en Madrid). Los bases deberían ser los encargados de transmitir sensaciones al grupo, pero parece que al pipiolo Ricky está atravesando un verano difícil y Raúl López no da el pego. Cabezas... ¿dónde está Cabezas? ¡Calderón que estás en La sexta! En la nave dirige el rumbo este año el siempre enlacado Sergio Scariolo, al que ahora le arrecian las críticas. Algunas de ellas posiblemente certeras, pero el hispanoitaliano es batallador y ya conquistó una liga ACB contrapronóstico en el quinto y definitivo encuentro y una Copa del Rey yendo como último clasificado. También es el único técnico de la segunda mejor liga del mundo que ha levantado un dos cero en contra en una serie al mejor de cinco. Los que somos devotos de su estilo sabemos que bajo presión se mueve como pez en el agua. Esperemos que esta vez se siga moviendo igual y nos lleve a la orilla de la final el próximo domingo. Dicho lo cual, y llegados a este punto, queda enmendarnos a la fe. Sí, a la fe. Este equipo nuestro lleva tres años en la élite del baloncesto mundial y ahora no se va a caer en segunda ronda. No señor.