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Las distintas varas de medir
El profesor Neira ha incurrido en una serie de calificaciones (o descalificaciones) para opinar sobre la Democracia en España, el sistema de partidos políticos, y sobre unos personajes públicos de la política nacional e internacional.
Personalmente pienso, que, podría haber dicho lo mismo con otras palabras menos contundentes, pero igual de definitorias; estólido viene a decir lo mismo que “gilipuertas”, pero parece que ofende menos.
El dominio de las definiciones insultantes y las descalificaciones, en España lo tiene esa izquierda silvestre que llama fascista a todo lo que se le contraponga. ¡Parece mentira profesor Neira, que no sepa usted eso!
Esa izquierda tan “democrática” se ha “rasgado las vestiduras” ante sus palabras; y le han puesto de “fascista” para arriba. Pero lo han hecho gratis, señor Neira, por lo tanto no debe preocuparle.
Pero esa misma izquierda (tan democrática ella) ante declaraciones de personajes y personajillos de “su cuerda”, declaraciones mucho más graves que las suyas las aplaude y se solidariza con ellas. ¿Ejemplos? Bastantes, pero bastan cinco recientes.
El dominio de las definiciones insultantes y las descalificaciones, en España lo tiene esa izquierda silvestre que llama fascista a todo lo que se le contraponga
La izquierda recalcitrante puede decir públicamente: “Muerte al Borbón”, y sus amiguetes: jijiji jajaja.
Esa misma izquierda puede declarar que los votantes del PP son unos hijos de una “señora de la vida”. Y sus amiguetes: jijiji jajajaja.
O llamar “tonto de los coj....” a los votantes del PP. Y sus amiguetes: jijiji jajaja.
Un progresista de izquierdas puede decir en un medio de comunicación, “la pu.... España”, ante los jijijis y jajajas de los amiguetes que le escuchan complacido, y hasta una ministra se solidariza con esas delaraciones.
Y se puede quemar en plazas públicas la efigie del Rey y la bandera de España, sin que los “demócratas progresista de izquierda” rechisten.
Por eso señor Neira, “los fachas” somos los que nos atrevemos a contradecir y llevar la contraria a esa izquierda inmaculada. Nosotros no debemos expresarnos en los términos que se expresa esa izquierda con “patente de corso”. ¡Pero es que no la sabía, profesor Neira!