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El delicado estado de salud de la infraestructura hospitalaria

28/07/2017 19:20 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

La Unidad de Salud que el Patronato Municipal San José mantiene en el sur de Quito se erige silenciosa y deslucida tras haber sido suspendida en agosto del 2014 y reubicada en el edificio de la antigua clínica Villa Flora

Las nuevas instalaciones tienen seis pisos. Allí se hacen cesáreas y partos normales, de forma gratuita, como sucedía en el local de la zona de El Camal. Fotografía: Génesis Resabala O

Los problemas de infraestructura en la red hospitalaria del país se han convertido en una verdadera amenaza para el ejercicio de la buena medicina. Un caso emblemático que refleja la precariedad del sistema, fue la reubicación de la Unidad de Salud del Patronato Municipal San José Sur.

La lucha de grupos juveniles, organizaciones de mujeres y comités barriales que exigieron una adecuada atención en salud, hizo que hace 51 años naciera la esta unidad de salud con el objetivo de brindar un servicio de calidad para los sectores vulnerables de la ciudad de Quito.

Inicialmente se construyó en las calles Manabí y Cuenca, posteriormente en la Ofelia (Norte de Quito) y actualmente en Chiriyacu (Sur de Quito). Esta Unidad de Salud abrió sus puertas el 18 de diciembre de 1966 en las áreas Gineco-Obstétrica y Pediátrica. 

La aceptación y el éxito alcanzaron altos niveles entre los pobladores. Antiguos trabajadores de esta institución, recuerdan que su primer director médico fue el doctor Bolívar Cevallos que estuvo acompañado por los doctores Jorge Ramírez, Manuel Sánchez, Iván Cepeda y Víctor Mejía, para atender en las especialidades de Pediatría, Ginecología, Medicina General y Odontología.

“La consulta en esos días costaba tres sucres. Ofrecíamos precios módicos porque era una Unidad de Amparo Social”, menciona Gabriela Bedoya, ex asistente de información de dicha institución.

Según registros históricos del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) en 1972, la Unidad de Salud del Patronato Municipal San José amplía el área hospitalaria a 35 camas, se construye una sala de neonatos, un quirófano y una sala de partos, quedando como única sede en funcionamiento la ubicada en Chiriyacu.

Años más tarde se instala la unidad de diálisis, se realizan varios trasplantes renales y se equipa la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Neonatología. Equipos de rayos X, crío cauterio, cirugía laparoscopia, ecosonografía transvaginal y modernas mesas de parto.

El prestigio logrado por esta casa de salud es significativo, sobre todo por la alta eficiencia de su Unidad de Cuidados Intensivos que ha salvado la vida de innumerables niños y niñas que han nacido con diversos problemas, asegura Sandra Salazar, actual directora de la Unidad de Salud.

La reputación, afirma, se mide porque se busca la atención médica que brinda la Unidad Metropolitana de Salud Sur, como es el caso de una pareja ambateña que buscó la asistencia médica para que nazcan sus cuatrillizos en el año 2013.

Salazar añade que aproximadamente se calcula más de 3 500 partos anuales entre niños y niñas. Alrededor de 2 200 partos normales y 1 300 por cesárea. Mientras que a la consulta externa acuden 45 926 personas cada año.

Sin embargo, esta casa de salud hoy no cuenta con una infraestructura adecuada para la cantidad de personas que demanda. Esto se debe a que la edificación fue cerrada parcialmente en agosto del 2014, después de que los sismos agravaron fisuras que se habían detectado desde hace cuatro años en una parte del edificio.

El espacio que se cerró fue en el que se brindaba atención y cuidados a niños recién nacidos y la medida se tomó para preservar la vida y la seguridad, no solamente de los pacientes, sino de quienes allí trabajan. Como consecuencia de ello, esta casa de salud bajó a la categoría 2.

En enero de 2015 la municipalidad adoptó como medida, para no cerrar totalmente las instalaciones, la decisión de arrendar el edificio donde funcionaba la Clínica La Villaflora, para que desde allí se continúe brindando el servicio a los usuarios.

Pero, este espacio resultó pequeño para la cantidad de pacientes que recibían a diario. Mary Albán Cobo, enfermera de la unidad de salud, menciona que tienen capacidad para 22 pacientes en hospitalización y generalmente hay de 6 a 8 ingresos por día.

Según Albán, a la gente le gusta ir al Patronato San José porque no pagan la consulta, se les brinda los medicamentos, y se les atiende muy bien. Para muchos moradores del sector es el hospital más cercano y su preferencia responde también a una tradición.

Muestra de ello es Cristian Andrade, quien acudió al hospital desde tempranas horas para que su esposa fuera atendida sin ninguna complicación. “Mi esposa dio a luz a mi primer hijo hace cuatro años y ahora vinimos por el parto de mi segundo hijo. Me resulta cerca venir y además mi familia se hace atender aquí”, señaló.

El nuevo lugar tiene capacidad para 22 camas, el antiguo disponía de 35.  Fotografía: Génesis Resabala O

Por otra parte, uno de los mayores problemas en cuanto a infraestrutura, es que en hospitalización uno, específicamente en la estación de enfermería no hay ventanas y esto provoca incomodidad tanto en pacientes como el personal que ahí labora.

“Hay veces que nosotras debemos trabajar de 8am a 8pm y estar encerradas. No hay suficiente ventilación, y si es que se abre las ventanas lo primero que ingresa es el smoke, una especie de gas que asfixia”, indica Mary Albán Cobo.  

Además, se refirió al quirófano y resaltó que la sala de labor y la sala de parto deben estar juntas. Pero, dado el diseño estructural del edificio, esto no es posible y se encuentran en pisos diferentes.

El ascensor, sería otro de los inconvenientes que presenta esta casa de salud a la hora de brindar una atención de calidad a los usuarios. “A mí me ha tocado ayudar a subir pacientes en camilla por las gradas, porque el ascensor se daña”, menciona Alejandro Zambrano, guardia de la unidad de salud.

A esto se suma el déficit de médicos. Sandra Salazar nos cuenta que antes, en la matriz de Chiriyacu tenían convenios con universidades para que los estudiantes realicen sus postgrados en esta casa de salud. Pero, luego de que el edificio sufriera daños y se corrieran rumores del cierre definitivo, muchos desertaron esta opción.

Actualmente trabajan en la Unidad de Salud del Patronato Municipal San José, alrededor de 200 profesionales, entre médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería y trabajadores de la salud, quienes hacen lo posible para brindar una adecuada atención a los pacientes que llegan a este lugar. “Hay turnos en donde solo hay dos médicos y a veces no se alcanzan para el número de pacientes que ingresan por emergencias. A las enfermeras les toca hacer de camilleras y la parte administrativa a la vez”, dice Sandra.

Cruda realidad

Las limitaciones de este hospital no son sólo físicas; responden a un sistema de salud pública que no se planificó adecuadamente. Las autoridades de salud sostienen que no sólo este hospital sino varias unidades de salud del país, aún necesitan dar un giro extremo, para atender las necesidades de la población.

Personal de esta casa de salud recuerdan que hace 51 años el Patronato Municipal San José nació como un hospital que debía atender las necesidades de salud de aproximadamente de 400 mil habitantes. Con el paso del tiempo las especialidades aumentaron y con ello la demanda de pacientes.

“El problema fue que durante el transcurso de estos años esta unidad creció envejeciendo y se quedó corta ante las demandas de una población que superó su capacidad de atención”, menciona la directora haciendo referencia a que hoy, el edificio y su personal deben solventar las necesidades de un excesivo número de pacientes.

El cambio es necesario

Un cambio extremo, pero positivo es lo que personas como Mary Albán Cobo, licenciada en enfermería quien trabaja 27 años en el lugar, esperan que llegue a la Unidad de Salud del Patronato Municipal San José. Para esta profesional la situación actual es difícil de sobrellevar, especialmente en lo que se refiere a la atención de los pacientes.

Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) en el año 2013. Fotografía: Archivos de la Unidad de Salud del Patronato San José Sur.

 Explicó que al momento la demanda de los pacientes no sólo sobrepasa su oferta sino que pone en apuros la capacidad resolutiva de los profesionales de la salud. Para enfrentar esta situación, Albán comentó que existe un compromiso de los jefes de cada área, para planificar el trabajo a futuro.

“Sólo si planificamos podremos enfrentar los problemas”, agregó la enfermera, quien sostuvo que aunque no exista el número apropiado de profesionales nunca se negará atención a los pacientes que lleguen a esta casa de salud.

Los usuarios aspiran mejoras

Para Mario Eugenio Benítez, de 53 años, esta casa de salud ha sido un referente de atención para toda su familia. “Si hay buenos médicos, pero las instalaciones tienen que cambiarse”, aseguró el usuario, quien quisiera ver un cambio total en el hospital, para sentirse más cómodo.

La misma impresión tuvo doña María Vilela, de 43 años, quien se quejó por lo deterioradas que se encuentran las instalaciones en consulta externa. “Esto ya ni parece hospital”, dijo la usuaria, quien señaló que la mala cara de las instalaciones esconde la atención que se brinda, pues según ella, los médicos y enfermeras son muy buenos. 

Caminando al futuro

Las necesidades la Unidad de Salud del Patronato Municipal San José, no son desconocidas para el Ministerio de Salud Pública (MSP) y por el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito.

Prueba de esto es que el alcalde Mauricio Rodas durante su programa de radio aQUITOdos, tras el cierre en el 2014, aseguró que la unidad de salud sería repotenciada para convertirla en el primer Hospital de categoría 3, especializado en neonatología, que incluyen servicios de cuidados intensivos.

“Este hospital se convertirá en un orgullo para nuestra ciudad, con tecnología de punta, con los equipos más avanzados, para brindar los servicios que los quiteños se merecen”, señaló el alcalde.

Según Sandra Salazar, también hay un plan para renovar el área de consulta externa; rehabilitar el espacio donde funciona la farmacia; ampliar el área de gineco-obstetricia y emergencia. Todo esto en la casa matriz ubicada en Chiriyacu.

El cambio de fondo tiene que ver con el modelo del sistema de salud pública. El objetivo sería que se puedan crear centros especializados en determinadas áreas de salud. En el caso del Patronato San José, la propuesta es que esta unidad se especialice y fortalezca en casos graves de atención materno infantil y cuidados intensivos.

Sin embargo, han pasado tres años desde que fueron reubicados en la antigua Clínica Villa Flora y hasta el momento las propuestas no caminan. Mary Alán Cobo nos comenta que el Secretario Metropolitano de Salud, el doctor Ruales, les notificó que permanecerán en ese edificio hasta diciembre del 2018, pues se espera en el mes septiembre del año en curso empezar las labores de construcción de lo que será la nueva casa de salud.

Por ahora, el Municipio continúa pagando el arriendo del edificio con un costo total de $40.000. Pese a los problemas en la infraestructura hospitalaria y la incomodidad que esto genera, los usuarios acuden a la Unidad de Salud del Patronato Municipal San José porque les resulta de fácil acceso y rapidez de atención en comparación al Hospital del Sur.

 

 

 

Por: Génesis Resabala O.

 


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