Francisco Caamaño ha defendido “el Derecho a Mentir de los imputados” entre ellos, los de Marta del Castillo...

Marta-la adolescente vilmente asesinada por uno o varios de aquellos que tienen, por no "estar muertos" el Derecho Universal de los Vivos, no tiene Derecho alguno por estar Muerta.

Y es que en la actualidad el majadero ser humano entiende por Derecho Universal y así lo legaliza, incluso para los presuntos confesos, facultad para no colaborar con la ley, mentir, desairar, mofarse, y renegar de sus hechos ciertos, mientras sus víctimas apenas tienen un hilo de voz que llevarse a sus tumbas. La majadera humanidad Ignora que todo Derecho deja de serlo cuando no se ejecuta en las mismas condiciones. Las supuestas víctimas, una vez muertas no disfrutan de Derecho alguno... ¡Entiéndalo de una vez por todas, humanidad, entiéndalo!.

Las víctimas, los muertos, los asesinados, los violados y despedazados, no valen para otra cosa que para engordar los infames derechos de los vivos. Está es la única verdad de la caótica raza humana.

“ Yo defiendo ese derecho porque hoy pasa en este caso, pero mañana me puede pasar a mí y tengo derecho a no colaborar», Esta deforme barbaridad dicha por todo un ministro de deja bien a las claras la patética justicia que actualmente mantiene la humanidad.

El tal Francisco Caamaño, al igual que cientos de hombres de leyes y derechos representan, el mayor despropósito que la humanidad ha creado con su voto y pasotismo.

Lo vengo diciendo toda una vida pero al parecer la pasota sociedad humana no tiene “vida” alguna para escuchar.

Estos señores de Justicia, cáncer de la mal llamada Democracia, hacen y deshacen, otorgan y atribuyen,vidas y derecho que general mente ellos no sufren en sus carnes.

Reconocer como un derecho de viles asesinos, el mentir, falsear, alterar, embaucar, únicamente se le puede ocurrir al ser humano, el cual, no me queda duda, pretende acabar con la escasa dignidad que aún queda en este paraíso infame.

Mentir es una falta moral en la sociedad, un despropósito grave en familia y una abominable blasfemia cuando se hace al objeto de evadirse de criminales actos gratuitos.

Si el ínclito Caamaño defiende por Derecho el mentir como Derecho. ¿Qué nos puede hacer pensar de su supuesta sinceridad, lealtad y dedicación al puesto que desempeña?...

Todo asesino es mentiroso. Todo mentiroso una lacra de la verdad Terrena.Todos los vivos "usurpadores del Derecho de los muertos. Luego, apenas nos queda la "infernal rocas" que pronto ha de venir del Cielo como premio a toda nuestra inmundicia.

Ivanla