Desnuda el alma acaricia el cuerpo…

Suenan campanas, revelan deseos, de una vida plena llena de afectos, de cuentos y aciertos…

No olvido aquellos momentos de inciertos, desagradables encuentros o mejor aún desencuentros, como si mi culpa fuera agrandar mi pecho…

Allí donde aflora mi corazón completo en éxtasis de amor y afecto.

Privilegio mío de guardar aprecio por aquellas cosas que resguarda el tiempo, sin olvidar nunca aquel vocero, que en su tiempo contó como sería el tiempo que hoy vivo, abierto mi corazón completo…alas para volar, atracado el cuerpo, lejos llegan los afectos… a otro continente, a otro espacio, a otros cuentos, de otras gentes, de otros momentos…

Ahora apuro mi memoria, al tiempo que descansa el alma y acaricia el cuerpo…

Ahora apuro mi memoria, al tiempo que descansa el alma y acaricia el cuerpo…

Ansiosa, resbalan mis lágrimas, renueva mi memoria, al tiempo que descansa el alma, que descansa el tiempo…

Ya no importa recordar abierto el corazón a un tiempo que pasó ligero, pero anclada el alma reconcilia el cuerpo. Recordando ahora que este es mi templo y sólo recuerdo mi mejor momento….despegada el alma pero anclado el cuerpo.

Ahora apuro mi memoria, al tiempo que descansa el alma y acaricia el cuerpo…

Cristina Pereira