Con su desbocada oposición a todo, el señor Rajoy esta consiguiendo hundir la confianza de los consumidores y la demanda interna, frases como ‘ Camps no será condenado’ Y ‘ Diga lo que diga la justicia será candidato’ . Están extinguiendo la, ya de por si escasa credibilidad de la justicia española y declaraciones como "Es absurdo que un presidente de una comunidad autónoma pueda venderse por unos trajes" Solo consiguen aportar la certeza de que debajo de la arista Gürtel, del iceberg de la corrupción popular hay mucho más ‘ hielo’ del que hasta ahora a emergido a la luz publica, desde luego que no es solo por unos trajes; lo de los trajes es solo la metida de pata de un ‘ elegantísimo irresponsable’ que se ha endiosado al ver a los tribunales hacerse los suecos ante el compadreo generalizado.

Resulta muy sorprendente que los apólogos de la economía de mercado como única receta para resolver todos los males, se hayan dedicado a eludir sus responsabilidades mediante la implementación de normas que los eximan de sus responsabilidades como gestores de los servicios públicos, hagan lo que hagan y sin importarles las consecuencias; siempre resultan exonerados de cualquier responsabilidad, blindados ante las reclamaciones de las victimas de su gestión ¿Como se explica que hayan incrementado las prerrogativas de los cargos públicos, mientras recortaban los derechos de los ciudadanos? Estos ‘ intocables de toda la vida’ que hablan de la libre competencia mientras legislan para darse las ventajas que para si desearía cualquier ventajista: No tener que responder sobre las consecuencias de sus decisiones y un enjambre de trabas insalvables para que los que osen reclamar, no consigan hacer efectivos sus derechos; estos adalides del mercado sin regulación, son en realidad un lastre para la sociedad y unos estafadores, pues pretenden eliminar los controles de los mercados para así, poder medrar impunemente desde sus cargos públicos.

Para entender el axioma de la igualdad ante la ley, lo mejor es entender que siendo todos iguales, algunos somos mucho más iguales que otros

En igualdad de oportunidades, estos intocables ‘ ciudadanos por encima de toda sospecha’ no tendrían ninguna posibilidad de éxito y por ello, tienen que afanarse buscando ventajas inicuas para poder seguir parasitando la sociedad, una sociedad que en lugar de avanzar y mejorar se envilece bajo su red de componendas, amiguitos del alma y más que amigos, bajo un entramado diseñado para su beneficio personal y de paso, para dificultar los intentos de progreso de los demás, o sea, machando a la competencia y así medran con las manos libres, dejando con ello un reguero de victimas de sus apaños y leyes que, de hecho, son trajes confeccionados ha medida de su insaciable ambición.

Se podría decir (Y yo lo digo) que el ilustrísimo don Mariano Rajoy Brey, el mismo que controla cuales jueces progresan en el escalafón de la judicatura y cuales no, el mismo que puso la mano en el fuego por la honradez de Díaz Alperi y de Paco Camps, el mismo que aconsejado por su primo niega el cambio climático, el mismo que preside el Partido que abanderando la desregulación de los mercados que nos trajo la actual crisis económica; está acorralado por sus propias corrupciones (Puso la mano en el fuego por sus ilustrísimos imputados y se la quemó) y echando balones fuera, favoreciendo de este modo la desconfianza de los consumidores y la continuidad de la actual crisis. Con amigos así... ¿Quién necesita enemigos?

Dos políticos en sus escaños: Uno.- Ayer me pilló mi mujer, acostándome con la secretaria. Otro.- Que chungo ¿Y tu, que hiciste? Uno.- Pues negarlo rotundamente, por supuesto