Tres terremotos de magnitud 7, 3, 7, 4 y 8, 1, respectivamente, sacudieron este jueves Nueva Zelanda con poco más de seis horas de diferencia y provocaron la activación de sendas alertas de tsunami, que más tarde se extendieron también a zonas costeras de otros países y territorios del Pacífico, así como de Centroamérica y Sudamérica.

El primer seísmo, de magnitud 7, 3, se produjo en las aguas al noreste del país (a 178 kilómetros al noreste de Gisborn y 228 al este de Whakatane) y obligó a activar la alerta de tsunami, que fue posteriormente levantada, sin que se produjeran daños materiales o víctimas.

El segundo temblor, de 7, 4 grados, se registró unas cuatro horas después en las Islas Kermadec y causó también la activación de la alerta de tsunami. El tercero fue el más intenso de los tres, pues alcanzóo una magnitud de 8, y ha obligado a desalojar varias zonas de la costa.