Desde un primer momento me he sentido fascinado por la figura artística de Nathy Peluso, ya que con lenguaje sonoro propio y mezclando bien todos sus referentes, ha sabido crear un discurso que va calando y grabándose a fuego en quien se abre bien de orejas.

Y es que catalogar de música urbana a secas lo que nos ofrece la artista argentina es quedarse demasiado corto y con canciones como Celebré , que podría ser un cruce bastardo entre Missy Elliot y Gloria Estefan; la ya conocida Bussiness Woman , empoderada y potente hasta decir basta. O el pedazo de single que es Sana Sana , que pese a no ser de buenas a primeras un estilo que me apetezca ni que conozca demasiado, me conquistó de inmediato con esas formas que me llevaron a Ilia Kuriaki And The Valderramas.

Pero citar solamente estas sería muy injusto, ya que la mutante Algo Salvaje , que arranca más cercana al hip-hop y transformándose en un reggaeton es simplemente impactante; y Puro Veneno , una salsa de muchos quilátes de la que la mismísima Celia Cruz estaría orgullosa, conquistan, enamoran y atrapan a cualquiera que esté abiertx de mente y oído. Por lo pronto a servidor, le ha sacado un poco de las guitarras distorsionadas, del electropop y todas mis zonas de confort sonoras, lo que no es moco de pavo.