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Cómo promover una cultura organizacional inclusiva para profesionales de todas las edades. Por qué conservar el talento de la Generación X en las organizaciones. Cómo fomentar el armado de equipos diversos, respetuosos e inclusivos
Eugenia Hereñú, Directora de Personas y Operaciones de VISMA Latam, afirma que a la hora de buscar talentos, el mercado laboral no es muy proclive a pensar en adultos de más de 45 años; generalmente, prefieren personas más jóvenes. A la Generación X se le hace difícil encontrar trabajo (personas nacidas entre 1965 y 1980).
La sociedad ha cambiado, el promedio de vida aumentó, y la vida activa de las personas, también. Además, nos guste o no, todos vamos a envejecer. Tenemos que cambiar esa idea de que alguien de más de 50 o 60 años ya no puede dar más a la vida corporativa.
En los ambientes laborales hay que pensar en las habilidades que podemos aprovechar de todas las generaciones. Los Gen X son personas de más de 40 o 50 y tantos años con trayectoria en el mercado laboral, preparadas no solo a nivel académico sino, principalmente, en interrelación humana, una experiencia de vida que no tiene el más destacado de los profesionales jóvenes. Saben manejarse políticamente dentro de una organización y perciben rápidamente qué quiere, qué necesita, adónde busca llegar el otro, saben escuchar y entienden que deben adaptarse a nuevas reglas o, de lo contrario, desaparecen.
En el entorno laboral la discriminación por edad se pone de manifiesto en las búsquedas, generalmente orientadas a jóvenes profesionales. Cuando se presentan candidatos Gen X, les dicen que están “sobrecalificados para el puesto”...
La cultura de inclusión se vive desde la búsqueda de nuevos colaboradores hasta las políticas de retiro, teniendo en cuenta parámetros que consideren la diversidad de las personas
Según el Global Report on Ageism de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “La discriminación por edad se refiere a los estereotipos (cómo pensamos), los prejuicios (cómo nos sentimos) y la discriminación (cómo actuamos) dirigidos hacia las personas en función de su edad”. Vale destacar que esta “discriminación” también se extiende a personas menores; la manifiestan tanto las personas como las instituciones, y perjudican muchos ámbitos de la vida: el laboral, el privado, el sanitario, entre otros. El mismo reporte asegura que “La discriminación por edad contribuye a la pobreza y a la inseguridad financiera en la vejez, y una estimación reciente muestra que le cuesta a la sociedad miles de millones de dólares”.
Cómo promover una cultura organizacional inclusiva y respetuosa, de ganar-ganar
Algunas organizaciones van “cercando” al colaborador de mayor edad, se lo va dejando al margen de actividades laborales y extralaborales -o de camaradería-, se establece un círculo vicioso del que es muy difícil salir. De repente, ese colaborador no está bien informado; entonces, cuando pueda participar no agregará valor como antes. Esa marginación tiene efectos sobre la salud física y mental de esa persona relegada. Comienzan a surgir inseguridades, temores, sentimientos de rabia hacia otros, ansiedad, tristeza, estrés, lo que los lleva a aislarse más, y se acentúa el círculo vicioso. De a poco esas situaciones se traducen en evaluaciones de desempeño no tan favorables y, en última instancia, en despidos justificados.
En la actualidad, los líderes deben tomar conciencia de que son los protagonistas en sentar nuevas bases para una cultura organizacional inclusiva y respetuosa, para armar equipos compuestos por personas con diferentes habilidades y profesionales de todas las edades. Algunas recomendaciones para propiciar esta nueva forma de vivir en el trabajo:
Para más información, visitar: latam.visma.com