¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Margo escriba una noticia?
El sol, como tantas otras cosas en nuestra vida, resulta absolutamente beneficioso tomado con moderación y teniendo en cuenta algunas precauciones.No hay que olvidar el descubrimiento de un agujero en la capa de ozono, que protege de la escesiva radiación solar
Tomar precauciones
Los mejores meses para tomar el sol son los menos calurosos, y una esposición moderada beneficiará al sistema inmunitario(aquél que se ocupa que se ocupa de luchar contra las enfermedades). hay que sacarse de la cabeza que la belleza está en función de lo oscura que se torne la piel bajo los efectos del sol.Tostarse en la playa durante los meses de verano sólo puede aumentar el riesgo de padecer un cáncer de piel. Además, el organismo tiene sus propias demandas, que son sombra en verano y sol en invierno.
Por lo tanto, los meses de primavera son los más aconséjables para dedicarse a tomar el sol.También hay que tener la precauciónde hacerlo a una hora determinada, aquéllas en que los rayos del sol no actúan con tanta intensidad.El horario ideal es antes de las diez de la mañana y después de las seis de la tarde.
Cuando cae un sol de justicia, nunca está de más cubrirse la cabeza con un sombrero o una gorra de visera y usar proteción solar de alta graduación.tambien es conveniente ingerir mucho líquido en forma de fruta o agua.La fruta refresca y aporta vitaminas protectoras que el cuerpo sabra agradecer.Si se toman estas medidas, se evitaran sorpresas desagradables, comosufrir insolación o desidratarse.
Nunca está de más aprovechar las salidas al aire libre(sean el mar o la montaña) durante los meses menos calurosos, para captar la agradable sensación de sentirse bañado por el sol, de que los ojos se inunden de luz natural y el cuerpo se vea revitalizado por la naturaleza.