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Mientras el país anda enredado por el Gobierno, los sindicatos y la patronal, en el asunto de las Pensiones, que ocupan el 1º plano de la actualidad; nadie parece preocuparse por la pregunta del millón de dólares: ¿Quién las va a pagar? Si el paro juvenil es del 45 % y se ha rebasado la cifra oficial de 4.7 millones de parados, en realidad 6, y si España suspende pagos, según Recarte, se añadirán otro millón y medio más, con lo que, prácticamente, el único empleo que va a quedar va a ser el de los funcionarios, una vez destruido todo el tejido industrial de España.
En medio de esa nebulosa telaraña, aparece la noticia de que la Factoría Nissan de Barcelona asegura empleo hasta el 2024 a 3.200 empleados. ¿Cómo es posible tal cosa, con la que está cayendo? La decisión de la multinacional automovilística Nissan es construir su nueva furgoneta para el mercado europeo en sus fábricas del polígono barcelonés de la Zona Franca y de Montcada i Reixac. Con una inversión superior a los 80 millones de euros, asegurando el empleo para la actual plantilla de 3.200 trabajadores y pudiendo garantizar la vida útil de las factorías por un periodo de diez años. Ello es clave, a su vez, para el mantenimiento de la importante industria auxiliar que las abastece de componentes. Para la dirección internacional de Nissan ha sido determinante la asunción, por parte de la mayoría de los trabajadores barceloneses, de las condiciones laborales necesarias para que la producción del nuevo modelo de furgoneta pudiera ser competitiva.
El 70 por ciento de la plantilla, en el referéndum celebrado la pasada semana, aceptó la congelación salarial en el 2012, una subida de sólo el 0, 50 por ciento en el 2013, cierta flexibilidad de jornada, como el trabajo en varios sábados a lo largo del año, y otras medidas para incrementar globalmente la productividad en torno a un 6 por ciento. No haberlo aceptado, como defendían algunas significativas voces sindicales, habría supuesto tanto como poner en peligro los puestos de trabajo e incluso la propia continuidad de las plantas de Nissan en Barcelona a medio plazo. Los trabajadores han optado, pues, por la mejor alternativa posible.
Lo sucedido en Nissan confirma los paradigmas del nuevo pacto social para la gran industria española, que pasan por mayor productividad, a costa de condiciones de trabajo menos favorables, para garantizar el mantenimiento de los empleos e incluso de la propia actividad industrial. Las autoridades responsables de la política industrial de este país harían bien en adoptar este nuevo modelo de negociación colectiva en libertad y sin tener en cuenta los convenios colectivos, auténtica lacra para España; los sindicatos UGT y USOC firmaron a regañadientes ante la amenaza de la empresa de deslocar la producción de la furgoneta a otro país y CCOO se desvinculó. Estos 3 Sindicatos consideraron que este es un caso especial, que no debía repetirse, cuando por el contrario es el ejemplo a seguir. ¿Cuántas empresas de los miles que han ido a la quiebra hubieran podido salvarse, con una negociación en libertad de una parte y de otra sin el incentivo que supone para los trabajadores las subvenciones del Paro y de indemnizaciones que se pagan con el saldo de la empresa y si no por el FOGASA?
¿Cómo se pueden hacer Convenios Sectoriales, cuando resultan afectados por ellos, al igual las PYMES que las Grandes Empresas? Todo ello defendido por unas Sindicatos oficialistas, herederos del Franquismo, que viven de subvenciones, con miles y miles de liberados, sobre todo en la Administración, que carecen de la legitimidad que les daría vivir de las cuotas de sus asociados.
El Gobierno Zapatero les llama interlocutores sociales, cuando no son sino la correa de transmisión de la partitocracia existente.
Así. El Gobierno y los sindicatos CC OO y UGT han alcanzado estos días un principio de acuerdo sobre el punto más espinoso en la negociación de la reforma del sistema de pensiones: los años cotizados necesarios para jubilarse. Ambas partes han acordado que los trabajadores podrán poner fin a su vida laboral a los 65 años conservando la pensión completa si han cotizado al menos durante 38 años y medio, por debajo de la última propuesta del Gobierno que llegaba hasta los 39 y a medio camino de la propuesta sindical de los 38 años. Para el resto de trabajadores, será necesario haber cotizado 37 años para jubilarse a los 67 años manteniendo la pensión íntegra. También ha habido un principio de acuerdo en materia de negociación colectiva y políticas activas de empleo.
En cuanto al periodo de cómputo, los sindicatos finalmente aceptarán como válida la propuesta del Gobierno de que se tengan en cuenta los últimos 25 años de vida laboral (ahora son los 15 últimos), según fuentes gubernamentales. El Ejecutivo, a cambio, ampliará el periodo transitorio para implantar el nuevo cómputo. El periodo de implantación de la nueva edad de jubilación arrancará en 2013 y se extenderá hasta 2027. Durante ese plazo, se irá aumentando paulatinamente la vida laboral del trabajador, a razón de un mes y medio más cada año.
¡Vaya Galimatías! Ahora ya no sabe nadie a qué atenerse; y ellos, tan ufanos, olvidando que al paso que vamos será imposible pagar pensiones, pues no habrá de dónde recaudarlas.
Una solución interesante del Economista Xavier Sala i Martí, a la que nadie ha hecho caso:" La pregunta es: ¿qué hacer? Desde mi punto de vista, no es políticamente factible reducir las pensiones ni es éticamente defendible explotar a los futuros trabajadores -que, de hecho, son nuestros hijos- con unas cotizaciones estratosféricas que les impidan vivir dignamente. Por lo tanto, la solución pasa necesariamente por el aumento de la edad de jubilación. Pero claro, los trabajadores actuales, sobre todo los que están cerca ya de los 65 años, se niegan a posponer ese retiro que ellos ya veían tan cerca.
Una posibilidad interesante sería la de "indexar la edad de jubilación a la esperanza de vida". Es decir, que la edad de jubilación aumentara automáticamente a medida que se alarga la vida. La idea sería la siguiente: todos los trabajadores que hoy tienen entre 60 y 65 años se van a retirar a los 65 años. A partir de ahí, la edad de jubilación aumentará proporcionalmente al incremento de la esperanza de vida. Durante las últimas décadas, la vida se ha alargado a razón de un año y medio por década. Si se mantiene el mismo ritmo, el año que viene será casi dos meses más alta, por lo que los ciudadanos que el año que viene cumplan 60 años sabrán que su edad de jubilación será de 65 años y dos meses. Dentro de una década, la esperanza de vida habrá aumentado un año y medio, por lo que la edad de jubilación será de 66, 5 años. Dentro de dos décadas, se habrá alargado tres años, por lo que la jubilación empezará a los 68, y así sucesivamente. De alguna manera, el "derecho social adquirido" no sería el derecho a jubilarse a los 65 años sino el derecho a cobrar pensiones durante los 19 últimos años de su vida. Lógicamente, a medida que se alarga la vida, esos últimos 19 años empezarían más tarde".
Mientras tanto a verlas venir y a gastar lo menos posible, cobrándoles a los jubilados un IRPF del 21 %, cuando este impuesto que se creó para los que sí trabajaban, no debería restarse de lo que es una pensión y, si el jubilado ha hecho un Plan de Pensiones privado, la media de impuesto, del rescate del teórico plan es más de un 25%, aun teniendo en cuenta todas las cantidades desgravables; y, si un jubilado pide la pensión, en la Seguridad Social nadie le avisa de que hay que darse antes de baja en la Tesorería de la misma, denegándosela hasta que lo hace y dejando de pagar algunos meses la pensión por el desconocimiento administrativo de nuestros mayores.
De todas maneras, insisto: las pensiones no son el problema, lo serán en el futuro; pero hoy el problema es evitar la destrucción de empleo de una parte y la creación de Nuevo Empleo por otra, sobre todo en PYMES. Y a este toro, nadie lo coge por los cuernos, pues el problema es que no se crean pequeñas empresas que luego serán vivero de otras mayores. En USA desaparecen todos los años 800.000 empresas (con Obama más), pero se crean 1.200.000, con lo que las nuevas empresas vienen a llenar el vacío (gap) dejado por las anteriores y el desempleo se mantiene bastante estable.
¿Pero, los habrá en un futuro próximo?, cuando ya no se pueda vivir de lo que llamábamos antiguamente ‘ Estraperlo’ (del invento de una ruleta con trampa por Strauss y Perlo en el casino de Formentor), escándalo en el que se vio envuelto Alejandro Lerroux, quien entre 1933 y 1935 ocupó tres veces la cabeza del gobierno, además de carteras en Guerra (1934) y Estado (1935). Su definitivo derrumbe político vendría dado por su implicación en ese escándalo, que motivó su alejamiento de la coalición gobernante. No obtuvo éxito en las elecciones de 1936, y se exilió en Portugal al inicio de la Guerra Civil Española. Regresó a España en 1947, falleciendo dos años después.
¿Será este el destino de Zapatero?
Bernardo Rabassa Asenjo
Presidente del Club Liberal Español
Criterio Liberal. Diario de opinión Libre.